Volviendo a leer las palabras Civilización y Barbarie con el significado sarmientino, no hay dudas que hace rato la poca civilización que llegó a estas costas alejadas del mundo fue barrida por un reflujo de barbarie. Todo el orgullo que en el siglo XIX inspiraba el progreso, entendido como el avance económico, tecnológico, productivo, fue arrasado por este falso progresismo que se regodea en la tolerancia del fracaso, la mugre, el crímen, la desidia, y el abandono.
A propósito, este artículito que de Vicente Massot al que llego vía El Opinador pinta bien el panorama. A mi no me queda la menor duda que si algo puede salvar al futuro argentino, es otra generación que entienda que hay que volver a la Civilización. Pero dudo que tal cosa vuelva a darse.
1 comentario:
En el siglo XIX también parecía imposible. A veces surgen generaciones que cambian la historia.
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