3 de noviembre de 2008

Del himen (nuevo) y otros ensayos


En los últimos años se ha visto acrecentada la demanda de certificados de virginidad entre las mujeres musulmanas.
Francia alberga la mayor comunidad musulmana de Europa Occidental, de origen principalmente norteafricano.
En Gran Bretaña, la mayor parte de los musulmanes son de origen pakistaní o bangladeshí.
Conforme crece la población musulmana de Europa, muchas jóvenes se encuentran atrapadas entre las libertades que la sociedad europea ofrece y las tradiciones profundamente arraigadas de las generaciones de sus padres y abuelos.
Si en algún momento quieren casarse con un musulmán, deberán probar su virginidad. Las jóvenes gozan de cierta libertad, pero aún deben respetar rígidos códigos de honor familiar.
Las consecuencias de no sangrar en la primera relación, de no ser una novia virgen, podían ser severas.
En muchas culturas mediterráneas y africanas, los familiares del marido pueden vengarse mediante violentas represalias y destierros de la novia no-desvirgada por haberlos avergonzado.
En algunos países musulmanes, la novia puede ser asesinada por sus hermanos, tíos o padre.
A menudo los homicidas no son castigados porque la tradición justifica este tipo de acto.
Para esta cultura no ser virgen es signo de ser sucia.
El temor de no ser aceptadas por el marido o el padre hace que las mujeres no vírgenes recurran desesperadas a una solución moderna.
Es necesario 'reparar su honra' antes de la boda.
La himenoplastía es una cirugía permite reconstruir el himen y devolverle a la mujer la 'cualidad de virgen', sea por razones éticas, culturales o religiosas.
La restauración puede realizarla un cirujano, con anestesia local.
La nueva tendencia provoca críticas variadas: líderes religiosos cristianos y musulmanes lo equiparan a una mentira y una afrenta a la promoción de la abstinencia sexual entre los jóvenes hasta llegar al matrimonio.
Y para las feministas puede ser una mutilación y una concesión de las mujeres ante una pretensión machista.
En Estados Unidos algunas mujeres hacen esto como regalo de Día de San Valentín para sus esposos.
Muchas lo hacen simplemente porque quieren volver a ser como cuando eran vírgenes o para ofrecer ese 'regalo' a sus segundos esposos, tal es el caso de las cantantes Marbell y Gloria Trevi.

EducaSexo

Me gustaría saber que piensan nuestros-nuestras pacientes-pacientas lectores y lectoras.
Anticipo -si quieren- mi opinión: me entusiasma la idea.
Lo único que no me gusta mucho es que después de la pequeña cirugía tenés que pasar tres meses de amor platónico, hasta que te cicatrice bien.

PS: a los pocos que quieran dejar un comentario en este post... ¿es mucho pedir que sean respetuosos?

7 comentarios:

marisa lopez dijo...

una boludez suprema, obviamente.
No todas las mujeres sangran pero estos tipos lo ignoran.

Sine Metu dijo...

Una pajería mental para las occidentales, y una aberración abominable la causa por la que se la practican las sometidas (musulmanas)

Carlos dijo...

No estoy demasiado seguro de que la mayoría de lass feministas critiquen algo que hacen los musulmanes. Sus ínfulas "criticatorias" se agotan denostando a Occidente; como generalmente son de izquierda aceptan mansamente todo lo que hagan en otras culturas.
La culpa es de Bush.

La Dueña dijo...

La semana pasada ví un hermosa película que se llama CARAMEL, era un grupo de 5 mujeres libanesas que trabajan o transitan por una peluquería.
Una ellas se tenía que casar y haciéndose pasar por francesa fue a una clínica para que le reconstruyan el himen.
Es difícil criticar una cultura, no estoy de acuerdo con que la mujer tiene que someterse a ciertas reglas impuestas por la sociedad/religión.

Lo que no haría es hacerlo como regalo...pero respeto a quien lo hacen...cada uno con su mambo.

Cariños!

La Nueva Derecha dijo...

Respeto la libertad de eleccion de cada persona que opte por el procedimiento pero quiero que respeten mi opinion de decirles que son todas unas pelotudas las que lo realizan. Mis respetos.

Anónimo dijo...

Me parece una afrenta que se hace la persona a si misma. Que puede serle muy beneficiosa, pero solo dentro de un contexto enfermo.

El enmascarado) dijo...

Conozco más de un ginecólogo argentino, que ejercen su profesión en Argentina, y que en materia de reparación de hímenes cuentan con amplia clientela que incluye musulmanas, armenias, judías, católicas y hasta alguna protestante. Sus pacientes acuden en compañía de sus madres y, ¡Oh casualidad!, suelen pertenecer a familias muy religiosas.

La operación es muy sencilla y de corta duración y no se requiere internación aunque se practica en quirófano.
El pago se hace en efectivo para que no queden registros de tarjetas de créditos o cheques y todo se maneja con mucha discreción para que no se enteren los padres y, sobre todo, el novio.

Me temo que, aún hoy, hay mucho más hipocresía en este tema que la que el común de los varones cree.