9 de noviembre de 2008
Good-for-nothing
'Es un mequetrefe de alquiler, un hombre al que le pagaron para que dijera cualquier cosa'. (Del ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández, sobre Guido Alejandro Antonini Wilson, quien sostuvo que los 800.000 dólares de la famosa valija eran para la campaña de Cristina Kirchner.)
'De haber sabido que los mequetrefes se alquilaban, nunca me hubiera casado con este idiota', decía una señora cuyo carácter se iba agriando con cada año de matrimonio. Es que no es fácil compartir con un mequetrefe la responsabilidad de vivir, ya que los mequetrefes son personas faltas de formalidad y de juicio en las que nadie puede confiar.
Esa es la definición del diccionario.
Por lo tanto, tiene que ser así. Pero si es cierto que nadie puede confiar en los mequetrefes, entonces, ¿para qué los alquilan?
El que ponga un negocio o simplemente publique un aviso en el diario que diga: 'Se alquilan mequetrefes', debe advertir que está ofreciendo mercadería volátil.
De buena fe, un cliente va a la tienda, pide el mejor mequetrefe que haya porque necesita emplear sus servicios una semana o dos, y le dan a Antonini Wilson.
El cliente colma a su mequetrefe de atenciones.
Lo lleva de paseo por el subcontinente, lo hace volar en avión oficial, lo invita a la Casa Rosada y presume que su mequetrefe será consecuente con él, pero no tiene en cuenta el carácter genéricamente inconstante de los mequetrefes.
Voluble, de buenas a primeras el mequetrefe se va con otro.
Y el cliente, ¿a quién le reclama?
En el negocio de alquiler de mequetrefes no toman en serio su queja y ni siquiera aceptan devolverle el mes de depósito.
'¡Es un mequetrefe!', grita y despotrica entonces el cliente, indignado.
Y, sí.
¿Qué otra cosa quería que fuera?
¿Un badulaque, acaso, o un boceras, un gamberro, un catacaldos, un chisgarabís, un fantoche, un cantamañanas, un gaznápiro, un mameluco, un muñeco, un pelele, un petate, un tarambana, un saltimbanqui, un zascandil, un trasto o una vaina?
Lo mismo daba, porque todos ellos son tan mequetrefes en el fondo como el mequetrefe que al cliente le han dado.
Lo que importa, cuando uno necesita un agente, es que sea serio y de confianza. Desde aquí, les recomendamos uno.
Su nombre es Bond, James Bond, y hace más de cuarenta años que no falla.
Hugo Caligaris
Me vino a la mente el Kwik-E-Mart -El Badulaque en España- la tienda de conveniencia ficticia en Los Simpson.
El local está a cargo de Apu Nahasapeemapetilon.
Ahí es donde Homer Simpson suele ir a comprar alimentos con grandes cantidades de grasa, azúcar y colesterol.
El negocio no ofrece productos saludables y la mayoría de los alimentos y de las bebidas están en mal estado y parecen repugnantes, como todo lo que sucede en estas tierras de promisión..
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