El martes pasado, el magistrado había ordenado un embargo preventivo por 553 millones de dólares, medida que trascendió a la prensa recién anteayer.
Este segundo fallo, dictado ayer por el juez Griesa, del distrito de Manhattan, se produce ante la requisitoria de inversores que se agrupan en los fondos NML Capital, Ltd. y EM Ltd.
Así, en dos días, el juez Griesa dispuso dos medidas cautelares, que son una inhibición preventiva para evitar que todo el dinero, las acciones, los créditos o los bienes que, dentro del territorio de los Estados Unidos, pudieran estar a nombre de alguna Administradora de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP) o de la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses) sean sacados de ese país.
La decisión de Griesa sorprendió al gobierno argentino y, especialmente, a la presidenta Cristina Kirchner, que estaba de viaje en San Salvador y que hizo un encendido discurso para tratar de aclarar una cuestión semántica: que no se trataba de una estatización, sino que se trataba de una nacionalización de la administración de esos fondos que, de todos modos, seguían perteneciendo a sus propietarios.
Anteayer, en un discurso ante otros mandatarios, pretendió sostener que la decisión de nacionalizar los fondos de las AFJP no es una 'estatización', sino un cambio de administración.
En el Gobierno le restan trascendencia a la decisión de Griesa, porque, sostienen, los fondos de las AFJP son de los jubilados, y no del Estado.
En rigor, el Gobierno pretende transferirlos al fondo público de la Anses, donde aquel dinero se mezclaría con el que hoy está en el sistema jubilatorio de reparto.
El fallo del juez Griesa, que tiene efecto hasta la audiencia que convocó para el 6 de este mes, dice que recae sobre fondos en efectivo, depósitos, inmuebles, otros valores, acciones, derechos contractuales e intereses, aunque no se restringe tan sólo a ellos, sino que tiene alcance sobre cualquier bien que pudiera encontrarse.
La Nacion
La botóxica infame tiene -entre otros- un grave problema con el pasado.
O lo recuerda con un solo ojo, investigando algunos crímenes pero dejando pasar otros que parecen de su agrado porque fueron perpetrados por sus cómplices ideológicos, o lo ignora totalmente como si sufriera de una amnesia absoluta e irrevesible.
El juez de USA no tiene esas limitaciones, y tiene presente en todo momento que Argentina debe mucho dinero y que pasándose de lista no quiere honrar su deuda soberana.
En consecuencia, cuando encuentra un resquicio en la auto-insolventada, toca el timbre.
Las 'aclaraciones' de la filósofa de almanaque en la Bolucumbre son para exclusivo consumo interno.
Griesa sabe perfectamente lo que significa robar, y no se deja engañar con eufemismos enfáticos y encendidos estilo Evita resucitada.
La 'administración' aduce ahora que el botín que robó sigue perteneciendo a sus legítimos dueños, y lo único que cambió fue el manejo de los mismos.
Un ejemplo infantil sería que a un taxista le roban el auto y el ladrón empieza a explotarlo en su beneficio, pero aclarando que el dueño en realidad es el mismo de antes.
De tener un atisbo de verosimilitud esa premisa, habría que eliminar la figura del robo en el Código Penal, ya que cualquier ladrón podría aducir ese argumento e irse a tranquilamente a su casa.
Bueno, se estima que las AFJP tienen cerca de US$ 5.000 millones en USA, así que para ahorrarnos penosos calambres estomacales conviene que los demos por perdidos.
La cifra no alcanza para satisfacer las deudas de los bonistas que no canjearon, así que ese problema seguirá persiguiéndonos.
Como quiera que sea, los ahorristas de las AFJP hemos perdido US$ 5.000 millones de nuestros depósitos, y el estado se habrá beneficiado en una cifra equivalente, porque su deuda con los bonistas será -en ese monto- más pequeña.
Aviso: el mercado está corrigiendo, y -como una vez dijimos- por las malas.
El dólar ya está a $ 4.-
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