Lejos de las tapas de los diarios, quizá porque no se le puede echar la culpa del conflicto ni a Bush ni a Estados Unidos, mientras el primetime en las noticias lo lleva la crisis económica mundial y acá las payasadas del circo setentista, en ese lugar maldito del mundo que supo llamarse Zaire, y que volvió a su tradicional nombre de Congo, la guerra tribal que ya lleva mas de diez años y se entronca en la olvidada matanza entre hutus y tutsis en Ruanda, viene sumando cuerpos en una pila que calculan ya llega a los 3 millones de cadáveres.
En el norte, los rebeldes del general Laurent Nkunda ("sospechado" de crímenes contra la humanidad por la efectivísima Corte Penal Internacional) . En los últimos avances rebeldes, apenas contenidos por las fuerzas regulares congoleñas, quedaron como colchón las fuerzas de la ONU (los también efectivísimos cascos azules, que cumplen en Congo su despliegue mas numeroso y oneroso). Entre estas fuerzas están 711 soldados uruguayos, que desde principio de mes quedaron rodeados por los rebeldes.
En julio, el Pepe Mujica había pedido el retiro de los soldados, observando el deterioro de la situación congoleña. Entonces, el gobierno decidió mantenerlos en la brecha. Vamos a ver qué pasa ahora que el contingente ya tuvo su primer herido y perdió al menos tres vehículos. Igual, aunque decidan sacarlos, el asunto es cómo.
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