Pero la nunca lo suficientemente alabada ni bien ponderada dejó en claro que solamente apoyará los reclamos contra los individuos señalados por la Justicia argentina, pero que no se puede -no quiere- acusar a Irán como país.
Ahora bien, los implicados son un ex-presidente y media docena de diplomáticos iraníes que -según esa absurda teoría- debieron actuar por su cuenta.
¿Será por eso que la República Islámica de Irán rechazó judicialmente la orden de captura internacional dictada desde Argentina para detener a los diplomáticos y ciudadanos de ese país involucrados en el atentado?
¿Será por eso que el fiscal general de Irán, Qorbanali Dorri Najafabadi, adelantó que el régimen que encabeza el presidente Mahmud Ahmadinejad demandará a la Argentina ante la Corte Internacional de Justicia por considerar que intentó dañar el prestigio del país en el marco de la causa AMIA?
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