Ver a los estudiantes protestando y haciendo reclamos vinculados por aumentos presupuestarios y mejoras de todo tipo me resulta edificante.
Aunque siempre hay un poquito de política -es inevitable- las protestas en Israel distan mucho de los fenomenales y desvirtuados disturbios a que nos tienen acostumbrados en Agentina la FUBA y sus amigos.
Pero los chicos en todas partes lo son, y aquí en pequeñas concentraciones igual hacen barullo y manifiestan en algunos cruces causando algunas molestias, aunque siempre civilizadamente y en paz.
Bueno, la educación es Israel es de una calidad indiscutible, y sus instituciones gozan de un merecido prestigo internacional por su elevado nivel de exigencia.
Muchísimos alumnos son extranjeros, y para ellos seguramente el esfuerzo es mayor por motivos de idioma y de adaptación.
Creo que estamos de acuerdo en que hay que escuchar con mucha atención y mucha paciencia a los jóvenes.
Ellos son la savia de cualquier país, y es la obligación de los adultos que ellos disfruten plenamente de los beneficios prácticos de la democracia y de la libertad.
Muchos de esos estudiantes serán los dirigentes y los líderes del mañana, que seguramente los aguarda con desafíos mucho más complejos que los que nos enfrentamos ahora.
Desordenados, idealistas y algo confundidos, ruidosos y a veces hasta molestos, tienen sus razones y sus inquietudes, que generalmente son válidas y muy respetables.
Y si conversamos amigablemente con ellos seguramente nos enseñarán muchas cosas.
Aprender de los estudiantes me parece una fabulosa experiencia.
1 comentario:
Y, molestos son... la verdad es que con la mayoría de los que hablo, 1) no les entiendo lo que dicen, no se en que idioma hablan 2) no veo que puedo llegar a aprender de ellos 3) sólo les llevo 15 años como mucho y la diferencia generacional parece abismal, es grave.
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