Esta vez el sitio de encuentro fue inequívoco: el oso y el madroño, a las 15.30. Alrededor se preparaban los festejos de Puerta del Sol, y los equipos de Televisión Española ocupaban media calle.
Llegué algo tarde (para variar) y ya estaba esperando con su maleta a cuestas José Manuel Rodriguez Gómez, con quien nos conocimos de manera virtual en los días iniciales de Hispalibertas. El tiempo era escaso, ya que el tenía que salir disparado a Talavera, y yo tenía que reencontrar a la flía, que aprovechando el último día habil en la ciudad había ido a recorrer El Corte Inglés.
Una caminata, en busqueda frustrada de una sidra de barril, nos llevó finalmente a una mesa con dos tazas de chocolate madrileño, espeso como el futuro argentino.
Conversamos especialmente sobre la Guerra de la Independencia española, y sobre la independencia americana. Algo también sobre la crisis, pero el presente se diluyó entre el paso de regimientos, uniformes, bayonetas y mosquetes. José Manuel me regaló una copia del excelente trabajo preparado con alumnos de secundario sobre la batalla de Talavera, una producción hecha a pulmón que sin embargo deja en claro que cuando quiere hablarse de historia no hacen falta presupuestos millonarios ni payasadas politizadas a lo "Algo habran hecho".
Para mi envidia José es de los happy few que (re)vive la historia participando en recreaciones históricas con los Voluntarios de Madrid, una actividad que en nuestro país lamentablemente no existe, salvo algún acto amañado armado desde el Estado, casi siempre con la misma visión pignesca de la historia que inunda nuestro presente.
Increible esto de la web.
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