21 de febrero de 2009

Raquel, la arqueóloga... ¡glup!

Aprovechando que nadie está visitando el blog voy a contar un poquito más de la fascinante historia de Babilonia y Bavel.
Bavel puede significar 'confusión' o 'mezcla' si se basa en el verbo 'balal' -confundir o mezclar-pero los babilonios siempre juraron que la denominación de su ciudad estrella -Babilu o Babilani- quería decir 'puerta de dios' o 'puerta de los dioses'.
Porque el verbo babilónico 'babalu' es 'esparcir o dispersar'; pero 'babu' es 'puerta', e 'ilu' es 'dios'.
Lo cierto es que a Babilonia la fundaron los primeros habitantes de Mesopotamia -como ya conté, a comienzos del reino de Nimrod- como asiento y expresión de su enorme poder.
Con respecto a su ubicación e identificación, las opiniones están divididas: algunos creen que Bavel y Babilonia eran dos ciudades diferentes; pero otros opinan que ambas son una y la misma ciudad.
Los menos argumentan que Babilonia se construyó sobre los restos de la ciudad de Bavel, y quedan bien con todos.
Bueno, la frase 'torre de Bavel' ni siquiera se encuentra literalmente en los Textos Sagrados.
Pero se suele denominar así a la tremenda estructura que comenzaron a levantar los primeros habitantes de Shinar.
Los edificadores usaron ladrillos -porque no había piedras- pegados con asfalto.
El asfalto se usaba como mezcla en casi todos los edificios babilónicos.
Se lo obtenía de pozos al aire libre en Hit, unos 200 km al norte, lo que me parece algo bastante lejos para la época.
De la famosa 'torre' no queda nada, pero la idea de erigir estructuras de esa naturaleza fue popular en la Mesopotamia.
Prácticamente, cada ciudad importante tenía por lo menos una; se llamaron zigurats.
Generalmente se construían en plataformas escalonadas cada vez más pequeñas -obviamente- en cuya parte superior había un altar dedicado al principal de los dioses de la ciudad o del país.
Las ruinas de algunos de estos zigurats todavía están en pie: las mejores conservadas son la de Ur, en el sur del Iraq, y la de Choga Zambil, cerca de Susán en Irán.
Pero los restos de los zigurats de Nimrfd, Qal'at Sherqat, 'Aqarquf, Birs Nimrfd y Warka son realmente impresionantes.
Sin embargo, la estructura más alta y más grande, de todas sus familares en la historia mesopotámica, fue la torre-templo de Babilonia, mencionada en registros históricos desde comienzos del 2º milenio a.e.C.; que para muchos sería la primitiva torre de Bavel, u otra construida sobre los cimientos de ésta.
Pero desapareció por completo; los excavadores sólo encontraron los fundamentos y unos pocos escalones dispersos.
Con todo, en una antigua tableta cuneiforme se describió esa torre, y también Herodoto la mencionó; por ello nos es posible tener una idea de sus características.
Su base cuadrada tenía unos 90 m de lado, que se levantaba a más de 90 m de altura, y constaba de 7 plataformas escalonadas y que sobre la última había un altar dedicado al dios Marduk.
Realmente, algo impresionante.
La 'torre de Bavel' fue reparada cada tanto; la última vez por el propio Nabucodonosor, quien llegó a decir que había recibido la orden de su dios Marduk de que la reconstruyera de modo que su cúspide pudiera rivalizar con el cielo.
A esta torre templo, que incluía el templo de Marduk, se la llamó Etemenanki, 'la piedra fundamental -casa del fundamento- del cielo y de la tierra'.
Si bien fue destruida por Jerjes, Alejandro Magno hizo planes para re-edificarla y mandó sacar la mayor parte de los escombros como preparación para su reconstrucción; pero al pobre -como a todos- lo sorprendió la muerte.
Como no quedó prácticamente nada visible del antiguo templo, con el tiempo hasta se puso en duda su existencia.
Con el paso de los años surgió una tradición que relacionaba la arruinada pero impresionante torre de Borsippa -ahora Birs Nimrûd- con la torre de Bavel.
Pero eso no es correcto, porque se trata de otra.

Traducción -más que libre- de 'The Seven Tablets of Creation' -Las siete tabletas de la creación- (Londres, 1902), t 1, pp 219 y siguientes.

Bueno, desde hace bastante tiempo la historia me resulta muchísimo más interesante que el presente.
Pero de eso creo que no tengo la culpa.

2 comentarios:

Julio Rougès dijo...

Muy interesante. Continuá escribiendo

Carlos dijo...

Es un placer leer tus historias, Raquel