Se pasó Pablo Sirvén
comparando a Cristina Kirchner con Cruela de Vil.
Cruela de Vil tiene más clase...
Además, no la imagino a la presidenta buscando hacerse un vestido de tela de soja.
Tal vez le agradarían más unas carteras hechas con la piel de productores rurales.
2 comentarios:
La nuestra es "Cruella de Vaudeville".
Coincido, Jorge, nuestra grasa de vaudeville -como dice Klausbert- es lo más alejado de una persona con clase que se pueda imaginar.
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