Pasados un par de años del final de cualquier guerra, lo mas usual que ocurre entre países civilizados es que los representantes de los contendientes honren a los caídos de ambos bandos, finalmente unidos en el inexorable pulvis reverteris.
Así que lo mas razonable que podría hacer Barbie Botox en su visita londinense, en ocasión del aniversario del dos de abril, sería rendir un homenaje a los caídos británicos en la guerra. Tiene para eso el lugar adecuado, y el marco mas solemne en el Falklands Memorial en la cripta de la Catedral de St. Paul.
Pero no. Según me contaba Sine Metu (que ayer preparaba un post al respecto desde un remoto lugar del norte santafesino) la impresentable va a preferir ignorar lo correcto a cambio de un acto en la Embajada argentina, donde seguramente se mandará una diatriba populachera sobre dignidad, soberanía, proyecto nacional, y dejará en evidencia que el ispa a esta altura sólo puede jugar en la B.
4 comentarios:
Ya que lo comentás, efectivamente invitaron a nuestro corresponsal en la rubia Albión para participar de los eventos cristinistas en la Londonistán.
Primero un homenaje a los caídos en las Malvinas, y después un discurso (de esas clases magistrales, supongo) de la perversa.
El post quedará para el próximo viaje. Prometido.
En otro orden de cosas, un amigo intentó el año pasado en la catedral de Rosario que se leyera, en una ceremonia religiosa, una intención en homenaje a los caídos de ambos bandos en la guerra de las Malvinas.
El cura le dijo "Mire, señor, me parece que no conviene".
El resentimiento y la mezquindad (deportes nacionales argentinos) impiden que se rinda homenaje a los británicos caídos en Malvinas.
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