Suscintamente, el episodio en que murieron tres personas, le significó el final de la carrera a 12 integrantes del cuerpo, incluyendo al comandante del escuadrón. El piloto está por ahora suspendido, mientras se estudia qué sanción se le va a aplicar.
Aunque el artículo compara la actitud de los Marines, asumiendo y a la vez haciendo taxonomía de las responsabilidades, con lo que se hizo y hace respecto a la crisis financiera, se me ocurre compararlo con la costumbre nacional y popular de vivir para encontrar culpas en el otro.
La sociedad argentina vive buscando a quien culpar. Como ya no tenemos a los ingleses, pueden servir de malos los yanquis, las multinacionales o las ubicuas oligarquías. Ahora parece que además vuelve como monstruo "la derecha". Deben ser los gorilas, deben ser. El asunto es que la culpa sea ajena. Hay que zafar, no importa si para bien, para mal, el tema es zafar.
La semana pasada a raíz de un accidente que tuvo consecuencias leves, pero que pudo ser mortal, preparé un informe en el cual le asigno responsabilidades al empleador, a un segundo contratista presente en el sitio y a mi mismo por deficiencia en la coordinación. Por parte de la empresa implicada en primer término, responsable del accidentado, sólo tuve una respuesta: que lo mío es una "falta de códigos", y que mi obligación era "ayudarlos a zafar".
Por otra causa diferente a la habitual, aplaudo a los Marines.
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