12 de marzo de 2009

Los buitres tienen hambre (bis)


Para terminar mi serie caracterizada como 'siguiendo el hilo del post de General Cangallo', y relacionado con el proyecto presentado por esas lacras, recuerdo -por ejemplo- a estos civiles que 'participaron en el Gobierno o fueron ideólogos o cómplices de la dictadura':


Le agradecí personalmente el golpe del 24 de marzo, que salvó al país de la ignominia, y le manifesté mi simpatía por haber enfrentado las responsabilidades del gobierno.
Yo nunca he sabido gobernar mi vida, menos podría gobernar un país, dijo Jorge Luis Borges, y los periodistas de Casa de Gobierno se sonrieron: ya tenían un titulo para sus notas.
El miércoles 19, Borges, Ernesto Sábato, Horacio Esteban Ratti (presidente de la Sociedad Argentina de Escritores) y Leonardo Castellani (un sacerdote que escribía) almorzaron durante mas de dos horas con el general Jorge Videla y con otro general, José Villarreal, secretario general de la Presidencia.
Primero los contertulios bebieron whisky, jerez y jugo de frutas. Videla inició la conversación preguntándole a Borges sobre su viaje a los Estados Unidos y los resultados de su operación de ojos.
Borges le contestó que estaba muy cansado por ese recorrido de cuatro meses y, sobre todo, por la comida americana. En cuanto a su vista, intentó una demostración: señaló dónde estaba el perchero, dónde una silla, dónde un cuadro. Y enseguida le dio un vahído, estuvo a punto de caerse y lo atajaron Videla y Ratti.
Cuando se recuperó, todos pasaron al comedor privado.
'El desarrollo de la cultura es fundamental para el desarrollo de una Nación', dijo Videla varias veces, y los demás asentían.
A la derecha del presidente estaba el padre Castellani. A la izquierda, Ernesto Sábato. Enfrente Borges. Y a sus lados Ratti y el general Villarreal.
Un mozo les servía un menú que la prensa calificó como "sobrio": budín de verduras con salsa blanca, ravioles y ensalada de frutas con crema o dulce de leche, con vino tinto Bianchi 1887 y San Felipe blanco.
Videla, dijeron después los escritores, se dedicó a escuchar y les repitió varias veces que para él era un honor compartir esa mesa con tan importantes personajes. - Es imposible sintetizar una conversación de dos horas en pocas palabras, pero puedo decir que con el presidente de la Nación hablamos de la cultura en general, de temas espirituales, culturales, históricos y vinculados con los medios masivos de comunicación. Hubo un altísimo grado de comprensión y de respeto mutuo, y en ningún momento la conversación descendió a la polémica literaria e ideológica y tampoco caímos en el pecado de caer en banalidades; cada uno de nosotros vertió sin vacilaciones su concepción personal de los temas abordados. Dijo, a la salida y a la prensa, Ernesto Sábato, y siguió: -Fue una larga travesía por la problemática cultural del país. Se habló de la transformación de la Argentina, partiendo de una necesaria renovación de su cultura.
Después le preguntaron su opinión sobre Videla: -El general Videla me dio una excelente impresión. Se trata de un hombre culto, modesto e inteligente. Me impresiono la amplitud de criterio y la cultura del presidente.
...
La inmensa mayoría de los argentinos rogaba casi por favor que las Fuerzas Armadas tomaran el poder.
Todos nosotros deseábamos que se terminara ese vergonzoso gobierno de mafiosos, dijo, para explicar el golpe de marzo.
Y, más adelante: 'Desgraciadamente ocurrió que el desorden general, el crimen y el desastre económico eran tan grandes que los nuevos mandatarios no alcanzaban ya a superarlos con los medios de un estado de derecho. Porque entre tanto, los crímenes de la extrema izquierda eran respondidos con salvajes atentados de represalia de la extrema derecha. Los extremistas de izquierda habían llevado acabo los mas infames secuestros y los crímenes monstruosos más repugnantes'.
Y, para concluir: 'Sin duda alguna, en los últimos meses, muchas cosas han mejorado en nuestro país: las bandas terroristas han sido puestas en gran parte bajo control'.

Diario de Mar de Ajó

Fuente: 'La voluntad, tomo III, página 72
Argentina, Mayo de 1976

5 comentarios:

Voromir dijo...

Hoy a la pendejada habría que explicarles lo jodido que era ir al cine en esa época. Mi vieja siempre me decía que ni se me ocurriera agarrar o patear ninguna caja o paquete que viera en la calle. ¿quien cuenta la verdad de esas épocas?... Las bombas, los tiroteos, los secuestros ( y no por parte de las FFAA. Hoy la juventud sabe que es el terrorismo por las películas de TV. Hoy es otra época, pero de a poco, estos triabombas nos están llevando a lo único que conocen y les es cómodo, el caos social.

General Cangallo dijo...

Lapidario.

Javier Bazán Aguirre dijo...

¿Por qué la izquierda argentina no ningunea a Sábato como lo hace con Borges?

José Luis dijo...

Somos TAN adolescentes como sociedad. Somos unos chiquilines que no nos hacemos cargo del resultado de nuestras decisiones.

En el '76 la mayoría de la gente estaba de acuerdo en que asumieral los milicos. Y después hicieron un desmadre. Pero o los fuimos a buscar, o los esperamos o, de última, no nos jodió que llegaran. No jodamos.

Somos una sociedad esquizofrénica. Todos SABEMOS que en general los llamamos. Pero decimos que no. En vez de asumir la culpa, la verguenza, el deseo de enmienda, decimos que no.

Y cuando nos muestran las pruebas de que sí, pues SEGUIMOS DICIENDO QUE NO. No nos entran balas. Estamos enfermos.

JL

Cogito Argentum dijo...

lo que yo siempre digo...Viva Videla!