Recordemos entonces el domingo 1º de diciembre de 1974:
El Capitán Humberto Antonio Viola -31 años, V Brigada de Ejército- estacionó su auto frente a la casa de sus padres.
Su esposa, María Cristina, de 26 años, embarazada de cuatro meses, descendió para abrir el portón.
En ese instante tres autos formaron un círculo en torno del Capitán y de su familia.
Un escopetazo dió de lleno en la cara de su hijita, María Cristina, de 3 años; una ráfaga de ametralladora lo mató a él en el acto; y una bala estalló la cabeza de María Fernanda, de 6 años, su otra hija.
En la puerta de la casa, su esposa vió con sus propios ojos el aniquilamiento de su familia...
Antes de huir, el comando guerrillero del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo), lanzó una granada dentro del Citroen Ami 8 -por las dudas y para que nadie se salvara- pero la bomba finalmente no estalló.
El Capitán Viola y su hija menor murieron; María Fernanda logró parcialmente recuperarse después de muchas operaciones; y meses después nació Luciana, que nunca conoció a su padre.
Bueno, a la señora vocera Cristina Elisabet Fernández de Kircher y a su marido el ex-presidente en funciones Néstor Carlos Kirchner les importan un carajo esos crímenes.
Es más, públicamente se regocijan de ellos, los disfrutan, y los apañan.
Su esposa, María Cristina, de 26 años, embarazada de cuatro meses, descendió para abrir el portón.
En ese instante tres autos formaron un círculo en torno del Capitán y de su familia.
Un escopetazo dió de lleno en la cara de su hijita, María Cristina, de 3 años; una ráfaga de ametralladora lo mató a él en el acto; y una bala estalló la cabeza de María Fernanda, de 6 años, su otra hija.
En la puerta de la casa, su esposa vió con sus propios ojos el aniquilamiento de su familia...
Antes de huir, el comando guerrillero del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo), lanzó una granada dentro del Citroen Ami 8 -por las dudas y para que nadie se salvara- pero la bomba finalmente no estalló.
El Capitán Viola y su hija menor murieron; María Fernanda logró parcialmente recuperarse después de muchas operaciones; y meses después nació Luciana, que nunca conoció a su padre.
Bueno, a la señora vocera Cristina Elisabet Fernández de Kircher y a su marido el ex-presidente en funciones Néstor Carlos Kirchner les importan un carajo esos crímenes.
Es más, públicamente se regocijan de ellos, los disfrutan, y los apañan.
6 comentarios:
mi museo de la memoria
¿Puedo citarlo en Coscorrones?
al museo?
podés citarlo y visitarlo
Los K, la vieja de mierda y el resto del séquito de tirabombas ya se van a llevar lo que les corresponde...
Paciencia, el reloj todavía no marcó las 12...
Sine Metu: Excelente lo suyo.
Cada vez que vuelvo a leer esta caso me vuelvo a conmover.
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