- En la antigüedad las personas intercambiaban bienes de valor (trueque)
- Las dificultades de intercambio cuando las partes no poseian bienes recíprocamente valorables se subsanaron con la introducción de bienes de intercambio (monedas) - aquí lo realmente importante no es la palabra intercambio sino bienes, o sea reconocer que la moneda es un bien en sí.
- Los estados descubrieron que era un buen negocio reemplazar los bienes de intercambio por objetos de intercambio (billetes) y más aún haciéndolos de curso forzoso aprovechando el poder de estado. De esta forma acapararon los bienes (oro, plata) entregando a cambio toda suerte de papelitos pintados. Siendo el estado en su sola existencia "garantía suficiente" del valor de los mismos.
- La producción de objetos de intercambio no está ligada al costo de producir un bien valorizable: es mucho más económico emitir billetes del Estanciero que producir una onza de oro.
- De este modo en el intercambio de bienes participa un "bien" que no es tal, que no tiene valor intrínseco, que es manipulado y multiplicado por el estado; cuando esto es percibido por los participantes del mercado, deviene la inflación: se reclaman más objetos de intercambio por el mismo bien, para compensar la pérdida de valor.
- Sumado a ésto, en connivencia y sociedad con el estado, los banqueros -Rothschild, Rockefeller y Porky vestido de frac- multiplican estos objetos de intercambio a través del sistema de encaje fraccionario, multiplicando la nube de gas sin valor de bien que es el billete de curso forzoso.
- Aún así podemos optar -clandestinamente- y transaccionar usando otras monedas que consideremos de mayor valor real: Krugerrands, lingotes de oro. Esto se dificulta en algún punto, en transacciones importantes que han de figurar en contratos.
Nos quieren vender la idea que remedian la situación actual, llevando el esquema que generó el problema en primer lugar, a una nueva escala global. Ojalá fracasen, y pronto.
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