11 de abril de 2009

Amigos son los amigos

Chávez y su camarilla se caracterizan por mostrar una solidaridad automática con quienes están en su misma acera de intereses políticos.
No importa cuán pillos o delincuentes sean, ni cuántas vidas hayan costado sus hazañas.
Chávez ni siquiera se mide al mostrar su respaldo a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y al Ejército de Liberación Nacional (ELN), grupos a los que ha catalogado como 'verdaderas fuerzas insurgentes que tienen un proyecto político y bolivariano'.
Es triste recordar su petición, el año pasado, de que la comunidad internacional sacara a ambos grupos de las listas de organizaciones terroristas.
Pero tales hechos se quedan cortos frente al apoyo incondicional que está dando Hugo Chávez al presidente de Sudán, Omar al Bashir, luego de que la Corte Penal Internacional (CPI) emitiera una orden de arresto inmediato en su contra que vincula a los países comprometidos con la referida institución.
Al ser Venezuela uno de ellos, es realmente inconcebible que Hugo Chávez hiciera en Doha, durante la Cumbre de la Liga Árabe y de los Países de América del Sur, una defensa a ultranza de Al Bashir.
Sobre Al Bashir pesan siete cargos: cinco por crímenes de guerra -entre ellos exterminio, tortura y violación- y dos de lesa humanidad: ataques directos e intencionados contra la población civil y pillaje en la región de Darfur.
Cabe recordar que el sudanés es el primer presidente en ejercicio en ser acusado por la CPI.
Para algunos analistas, la solidaridad de Chávez con Al Bashir significa que el venezolano está poniendo sus barbas en remojo, no vaya a ser que él sea uno de los próximos presidentes en ejercicio bajo la lupa de la CPI.

© AIPE

Bueno, por algo Chávez -feroz antisemita y dictador proclive al terrorismo y a la confrontación- es socio de los Castro, Kirchner, Ekeko y Ahmadineyad, y supo mostrarse exultante por las calles de Bagdad junto a Sadam Hussein, el sátrapa que se declaró a sí mismo descendiente directo de Nabucodonosor II, el cruel conquistador de Judah y Jerusalem.

3 comentarios:

Sine Metu dijo...

¿Para cuándo la orden de captura al mono?

Klaus Pieslinger dijo...

Tomando en cuenta lo bien que le fue a Fidel, no asombra que Chavez crea que también se saldrá con la suya.
Hasta debe aspirar a un Nobel de la paz; total la culpa no es del chancho (no pun to Guevara intended).

Carlos dijo...

El análisis de las razones, o las sinrazones, que mueven al presidente venezolano a tomar posiciones en temas internacionales, nos lleva a la conclusión de que no se corresponden a intereses de su país, mucho menos, de justicia o moral, pues carece de ambas y actúa por puro egocentrismo. Es, a mi parecer, mas importante analizar, ¿ por qué la comunidad internacional no reacciona a estas actitudes, execrando al personaje en cuestión, por qué sigue actuando en foros sin que lo cuestionen sus pares?. La diplomacia internacional permite, por guardar las formas, que estos dictadores sigan sus andanzas, sin siquiera, una sanción moral.