11 de abril de 2009

Card game

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En nombre del cambio, Barack Obama está ejecutando políticas tan antiguas que la generación actual no ha oído hablar de ellas (por lo menos, no en el grueso de nuestras instituciones educativas, donde la historia ha sido reemplazada por los estudios sociales y demás zarandajas políticamente correctas).
Así que se trata de llegar a acuerdos con nuestros enemigos a expensas de nuestros aliados...
Pues bien, precisamente eso fue lo que hizo Francia en Múnich en 1938: París abandonó Checoslovaquia a su suerte; y menos de dos años después Hitler desfilaba por los Campos Elíseos...
Barack Obama está haciendo algo muy propio de la izquierda: se muestra inflexible con el amigo, y maleable con el enemigo.
El sha de Persia padeció esta manera de hacer las cosas como pocos: fue el chivo expiatorio de numerosos medios americanos, que descargaban sobre su régimen toda su indignación.
Vistas las cosas en perspectiva, el de Reza Pahlevi parece un régimen casi benigno, habida cuenta de la cáfila de fanáticos patrocinadores del terrorismo que maneja hoy los hilos en Irán.
Por mucho que Obama proclame su apoyo a Israel, lo cierto es que la primera llamada que hizo como presidente de USA tuvo por destinatario al rais palestino, Mahmud Abbás, al que ha regalado cientos de millones de dólares, con los que podrá comprar incontables proyectiles para atacar el Estado de Israel.

© Creators Syndicate Inc.

Por supuesto, el Consejo Democrático Judío, por realizar lo que fue el primer seðɛɾ celebrado en la Casa Blanca, lo elogió.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

check this:
http://israelmatzav.blogspot.com/2009/04/obamas-seder.html

Rāḥēl Reznik dijo...

¡Pseudo-Seder!
¡glup!