Tremenda bronca debe estar masticando el Néstor.
Hace cinco años soñaba con inaugurar una bicicleta presidencial alternando períodos con la esposa en el almohadón del sillón de Rivadavia.
Deliraba con que su cara contrahecha acompañara en las escuelas a los cuadros de San Martín. Y no es joda, parece que lo dijo varias veces, la vez más memorable cuando anunció las famosas inversiones chinas.
Ahora se va quedando solo y sin caja. Y no consiguió el cuadrito.
Pprobablemente -porque será bruto pero no estúpido- se da cuenta que al final su presidencia y la de la limada que lo acompaña va a terminar siendo intrascendente, apenas un fiasco mas.
Por eso debe ser que se empeña en mentirse que él logro el período de crecimiento más fuerte de la historia. Antes decía que de los últimos 100, pero ahora buscando ser el má'mejor no le alcanza y se va hasta 1809.
2 comentarios:
Bueno, al menos el marco está bonito
Al Néstor le cabe un retrato cubista.
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