La provisión insuficiente de agua potable, la contaminación de las napas de agua por los desechos humanos, el clima cálido y húmedo en el verano, el hacinamiento de pobladores humildes sin que se tomaran medidas sanitarias para ellos, la contaminación del Riachuelo, el relleno de terrenos bajos con residuos, y los zanjones que recorren la ciudad infectados por lo que la población arroja en ellos; fueron algunas de las principales causas de la terrible epidemia de fiebre amarilla que asoló Buenos Aires en 1871.
Pasaron 138 años, pero las cosas no han cambiado mucho en estas tierras de promisión.
Hoy es el mismo mosquito el que sigue haciendo estragos, esta vez transmitiendo el dengue (por ahora).
Bueno, encontré un interesante gráfico de hace casi 10 años, que parece que a ningún ministro le importó.
Bueno, encontré un interesante gráfico de hace casi 10 años, que parece que a ningún ministro le importó.
Agricultural Research Service of the US Department of Agriculture.
2 comentarios:
Chicos de BlogBis, primero que nada, felicitaciones, muy muy muy buen espacio.
Segundo, vivo en Argentina, Chaco....Charata, recientemente rebautizada como "la capital del dengue" lindo nombre no? Quieren saber porqué...http://eljuncoenpie.blogspot.com
Y esto no es historia antigüa, sino contemporanea, a mi misma, y a ustedes.
Un beso libre de virus.
Laura Risso.
Muchas gracias Laura.
Te dejé un comentario en tu blog, al que sigo.
¡Que todo este asunto pase pronto!
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