20 de mayo de 2009

Superávit?

Cuando el Gobierno de Cristina Kirchner propuso estatizar los fondos acumulados y terminar con el régimen de capitalización, planteó, precisamente, acabar con el régimen de capitalización, no replicarlo en el Estado, como se intentó vender a la opinión pública y como, mal intencionados algunos, ingenuos otros, votaron los legisladores.
Si el objetivo era estatizar el régimen de capitalización, bastaba con concentrar todos los activos en una AFJP estatal, como la del Banco Nación, por ejemplo y, adicionalmente, permitir que siguieran funcionando aquéllas AFJP con administradores 'sin fines de lucro', como los sindicatos u asociaciones profesionales, que ya existían.
Con cuentas nominales de los aportantes y reglas de inversión estrictas, para maximizar los ahorros.
No fue esto lo que se hizo.
No fue eso lo que se quería hacer.
Lo que se hizo, y lo que se quería hacer, lisa y llanamente, era traspasar los activos de las AFJP, incluidas las estatales, al ANSES y establecer un régimen único de reparto.
Como se mencionó, en un régimen de reparto, se pagan las jubilaciones de acuerdo a lo establecido por la ley y lo que 'sobra', se destina a objetivos públicos diferentes al de maximizar la rentabilidad de los fondos.
No importa la letra de la ley, ni las comisiones de control, ni los 'fondos de garantía'.
Ninguna de esas instituciones es compatible con un sistema de reparto.
Son engendros virtuales y falsos, para disfrazar la realidad.
La realidad es que la Argentina tiene un sistema jubilatorio de reparto, que además está en infracción, porque ha liquidado y sigue liquidando mal los haberes jubilatorios, generando compromisos de deuda futuros, a medida que los juicios de los actuales receptores vayan determinando el pago de las diferencias.
Por esta razón, el supuesto superávit del ANSES no es tal.
Tampoco lo es por el hecho de que, como se mencionara también más arriba, los ingresos no están conformados únicamente por los aportes a la seguridad social y los nuevos aportes de los 'traspasados obligatoriamente' del anulado régimen del capitalización, sino que, además, cuenta con impuestos cedidos por las provincias para financiar la transición entre el régimen de reparto y el régimen de capitalización.
Pero al ser eliminado este último... ¡No hay transición y hay que devolver los impuestos que la financiaban!.
Si se procede de esta manera, al ANSES no le sobra nada, por el contrario le falta y mucho.

Szewachnomics

Para no mencionar que más del 50% de esos fondos están empapelados con bonos del estado que a su vencimiento serán reemplazados por otros, y que la posibilidad que algún día sean líquidos tiende -inexorablemente- a cero.
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5 comentarios:

Klaus Pieslinger dijo...

Muchas veces escuché, como crítica a la modernidad, que se desechan a los consejos y conocimientos de los viejos, cuando en tiempos anteriores los ancianos eran los portadores de la sabiduría de la tribu.

Pues bien, hasta ahora todo lo que he visto es que los viejos siguen cometiendo los mismos errores con el estado, por más que han visto década tras década cómo han saqueado a sucesivas generaciones.
Parece que la edad no acumula sabiduría sino mañas.

choripanboy dijo...

paroles,paroles,...paroles...

Carlos dijo...

A propósito del comentario de Klausbert. Se acuerdan de cuando hablamos esto. y de esto.

Sine Metu dijo...

Viste, Carlos, que sacaron el video de Los Boludos de Nacha?

Carlos dijo...

Recién me avivo, Sine, esta mañana hice el comentario sin mirar los videos.
¿Será por nosotros que lo sacaron?