Hubo un tiempo en que el federalismo se defendió a bota de potro y tacuara.
Bastante después llegaron las tercerolas y los uniformes.
Por mucho tiempo el término subvertido se aplicó a un centralismo desembozado mantenido a fuerza de repartir cheques.
Ahora, en mucha gente parece que aquel espíritu federal de un siglo y medio atrás estuviera renaciendo.
Lástima que alguno se propone defenderlo a golpe de cumbia.
4 comentarios:
Si la verdad que la cumbia es flaco honor a la causa federal. Pero un golazo en la campaña.
sorry, a primera vista me parecio que era el hombre arania
Ruben está en lo cierto. Aunque el Brigadier se debe revolver en su tumba, creo que la cumbia (que la radio AM repite cada tres minutos, promedio) puede darle al Lole los votitos que le faltan para dar vuelta el empate.
¿No contraatacó Quilombito?
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