Quedese tranquilo, pobre anciano.
El príncipe ya llega para ayudarlo, con el consentimiento de la Reina.
(Desde hoy temprano escucho la noticia en radio y TV. Previsiblemente nadie comenta que si en primer lugar el Estado no se hubiera metido a regular el mercado lácteo, don Pascual no estaría viendo como su imperio lechero se viene abajo como aquel famoso dirigible de los '90)
1 comentario:
Es un hijo de una manada de putas. Qué otra cosa se le puede decir "quédese tranquilo"... quién mierda es el para prometer plata del Estado, como si fuera suya.
Peor que en la época de los caudillos!
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