Se cumplen en estos días 65 años de la desobediencia mas famosa de la Segunda Guera Mundial. Mejor dicho, de la serie de desobediencias porque Dietrich Von Choltitz había asumido como gobernador militar de París el 7 de agosto, y desde el primer día esquivó las ordenes de Hitler de reducir la ciudad a escombros.
En los días previos al 25 de agosto, en que finalmente rindió sus 17.000 hombres a Leclerc, Von Choltitz maniobró habilmente, e incluso negoció con las FFI para evitar enfrentamientos mayores en la ciudad.
No se por qué se me ocurrió que los franceses, tan afectos al autobombo, no recordarían este gesto. Sin embargo, cuando estuve en la ciudad me sorprendió agradablemente que el Meurisse Hôtel, sitio donde funcionaba la Kommandantur Gros Paris, en Rue de Rivoli sea indicado como el lugar en que en 1944 un general alemán evitó convertir a París en un "campo de ceniza", como pedía el demente desde Berlín.
(Acá, un artículo al respecto)
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