El PBI a precios de mercado en 2008 sumó $ 1.032.758 millones.
Si descontamos los impuestos a los productos (IVA, ingresos brutos, impuestos específicos y al comercio exterior), arribamos a un valor agregado bruto de $ 839.037 millones.
Aún corresponde deducir las amortizaciones de los bienes capital.
Si asumimos que equivalieron a tan sólo la mitad de la inversión bruta (una presunción extremadamente favorable), arribamos a un ingreso nacional neto disponible de $ 718,794 millones.
Pero ese ingreso neto incluye la porción informal de la economía, que no paga impuestos.
Si asumimos el supuesto adoptado en 1993 para la elaboración del PBI, la actividad registrada representaría un 72 % del PBI total (aunque hoy es bastante menor), el ingreso neto del sector formal sería de $ 517.532 millones.
La recaudación tributaria del gobierno federal en 2008 sumó $ 281.051 millones. Hasta aquí la presión tributaria federal equivale a un exorbitante 54,31 % del ingreso disponible de los contribuyentes.
Si asumimos que la presión fiscal de las provincias y municipios es la misma que en 1997 (año en que Santiere y otros la midieron) aunque aquí también hay consenso de que creció fuerte, la carga provincial y la municipal sumarían unos $ 38.005 millones y $ 12.703 millones, equivalentes a 7,34 % y 2,45 %, respectivamente.
De esta forma, la presión efectiva del consolidado nacional -adoptando supuestos en extremo conservadores- es un astronómico 64,1 %, según surge de sumar el 54,31 % correspondiente a la Nación, el 7,34 %de las provincias y el 2,45 % que se llevan los municipios.
En este cálculo no se ha descontado del PBI el servicio imputado de vivienda ni los impuestos directos, lo que hubiera resultado en un índice de presión efectiva aún mayor.
Agustín Monteverde
En realidad la presión fiscal es mucho mayor, porque -por ejemplo- el apoderamiento de los fondos jubilatorios privados no fue otra cosa que considerarlos como si fueran resultantes del pago de impuestos, y no parte de la propiedad privada de los aportantes.
Bueno, me viene a la mente una frase de Ayn Rand: 'No hay diferencia entre comunismo y socialismo, excepto en la manera de conseguir el mismo objetivo final: el comunismo propone esclavizar al hombre mediante la fuerza, el socialismo mediante el voto. Es la misma diferencia que hay entre asesinato y suicidio'.
Creo que falta muy poco.
Espero no equivocarme, pero me parece que no alcanza con que el montonerato pierda las elecciones: hay que echarlos.
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