Vuelto de mis vacaciones en la costa valenciana no puedo dejar de poner mi ojo analítico sobre la industria del turismo en España.
El turismo de sol y playa es una fuente enorme de recursos en el país ibérico, una verdadera industria. Seguramente un gobernante argentino no pasaría por alto este detalle y se esmeraría en aniquilarla, saqueándola con impuestos y regulaciones...
Da gusto apreciar lo bien aceitada que se encuentra esta actividad, aunque en estas épocas no deja de sufrir los embates de la crisis mundial.
Las claves de esta industria que lleva varias décadas desplegada en el país son muchas.
- Existe un uso intensivo de internet para publicar y realizar reservas, abaratando los costos y eliminando intermediarios.
- Hay una enorme urbanización de la costa. A los ecologistas no les gusta nada. Pero ésto permite acceder a una amplia variedad de opciones de hospedaje. Desde hoteles de todo tipo de precio hasta departamentos privados.
- Respecto a los departamentos, un particular que quiere poner en alquiler su propiedad puede amoblarla fácilmente y a un precio muy bajo a través de una de las tantas cadenas de muebles que existen.
- Extensa y segura red de carreteras y autopistas que recorre todo el territorio español de punta a punta. Públicas y con peaje. Todas las opciones disponibles y con servicios aceptables en el trayecto.
- Uso generalizado del automóvil para el transporte, lo que permite diversificar los lugares turísticos, evitando la concentración de los turistas en unas pocas ciudades.
- Buenos servicios de trenes, aviones y autobuses.
Todas los puntos mencionados, si tratamos el caso argentino, se encuentran desgraciadamente en desventaja. Por esa razón las vacaciones de playa para el público masivo se concentran en dos o tres grandes ciudades, favoreciendo el hacinamiento y la baja calidad de los servicios.
No sé cómo ven ustedes este tema. Aclaro que mi conocimiento de la situación argentina en este aspecto data de hace casi una década. Pero esta es mi impresión.
6 comentarios:
Tu descripción es acertada, Jorge.
Pero ¿no te llamó la atención la falta de infraestructura de servicios en las propias playas?
No hay baños a menos que te metas en los bares (chiringuitos), no hay duchas, en muy pocas playas se alquilan sombrillas y reposeras, ni hablar de las típicas carpas (o toldos, que es más paquete) de los balnearios argentinos. España no tiene nada parecido a la infraestructura de balnearios como los de Punta Mogotes, Pinamar o Gessel.
Me imagino que esto responde al tipo de cultura playera diferente en ambos países, a los distintos hábitos de higiene y también debe haber cuestiones vinculadas a la legislación de protección de las playas, pero me sorprende que siendo tan eficientes en tantos aspectos turísticos como los que señalás, hayan tales carencias de servicios.
Ejemplo, en las Baleares hay calas espectaculares tanto en Mallorca como en Ibiza o Formentera, pero tenés que irte por la "varanda" a merda humana.
tenés razón.
además, los famosos chiringuitos están a años luz de los paradores de las playas argentinas.
por otro lado las playas argentinas tienen más "vida" que las españolas. el ambiente es más vivo, no sé cómo decirlo.me refiero a las banderitas flameando con el viento, la música, la gente haciendo sesiones de gimnasia. claro que a la vez son más caóticas.
creo que es una cuestión cultural y de costumbres.
por ejemplo acá mis compañeros de trabajo me miraron con cara rara cuando mencioné que nos pasábamos el día completo con mi mujer y mis hijos en la playa. que incluso llevábamos comida para comer ahi.
el español medio se queda hasta el mediodía y luego se va a su hotel/apart a comer y tener su sagrada siesta. el español no vive la playa como nosotros.
"pero tenés que irte por la "varanda" a merda humana."
no entendí la frase...
Más claro, Jorge, olor a mierda por todos lados ya que los muchachos hacen sus necesidades mayores entre las piedras por la falta de baños.
En España las mujeres todavía usan malla enteriza?.
jaja!
no :)
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