30 de septiembre de 2009

Al fin alguien lo dice en voz alta


"Los derechos humanos se violan no sólo por el terrorismo, la represión y los asesinatos, sino por la existencia de condiciones de extrema pobreza que son las que originan las grandes desigualdades".

Aunque una obviedad, parece que nadie lo tiene en cuenta en el país del Crecimiento con matriz diversificada. El que señaló que el rey (o la virreina, en este caso) está en pelotas, fue el Cardenal Bergoglio.

4 comentarios:

Carlos dijo...

No va a faltar algún doctrinario lector de un único libro que diga que el Estado no tiene que ocuparse de la pobreza (ni -por supuesto- de la educación o la salud) porque eso es cosa de progres.

Klaus Pieslinger dijo...

Por supuesto que "el estado" (una entelequia inexistente) debe ocuparse de la pobreza, la educación y la salud:

Usando el método de dejar tranquilos a los individuos y no interferir.

Aparte, si leen la nota completa en otro medio, dice que "la fuga de capitales" "debe" revertirse para saldar la "deuda social". Otro motivo para recordarme lo bien que me hizo darle la espalda a la iglesia socialista.

Jorge dijo...

carlos,

creo que en la Argentina de estos tiempos lo último que hay que hacer es promocionar al Estado como encargado de atender la pobreza, porque ya hay demasiadas muestras de que el Estado argentino en esa gestión es un desastre.
no digo que no pueda tener un rol en ese papel, en forma puntual y para casos de pobreza extrema. pero mejor que cuando se haga se lo haga calladito y sin mucha alaraca.

Carlos dijo...

Seamos serios; no existe la menor duda de que el Estado tiene la obligación de ocuparse de la pobreza -¿Quién más podría hacerlo en gran escala?- y, para ello, debe crear una red de protección mediante subsidios por desempleo y planes como el “Ingreso Ciudadano d la Niñez” que preparó la Coalición Cívica y luego adoptaron en sus plataformas otros partidos políticos. La iglesia que no se expresa en términos económicos sino religiosos y morales hace muy bien en intervenir en casos como este.
El Estado también tiene que ocuparse de la educación y de la salud en las que deben coexistir el sistema público y el privado. Todo lo demás no pasa de ser una superstición liberal-libertaria que, como todos sabemos, nunca existió ni existirá.