28 de septiembre de 2009

Alfajor de bandera

Humildemente, me permito sugerir al gobierno nacional socialista (perdón, nacional "y popular"!) que se ponga los pantalones largos, y solucione de prepo el "conflicto" iniciado hace unos días por un grupo de ex-empleados de Kraft Foods.

Con exitazos tan manifiestos como el de Aerolíneas, no se entiende porqué el gobierno no toma el toro por las astas, y expulsa del país a los 'empresarios inescrupulosos' (valga la redundancia) que osan despedir empleados, pese al esplendoroso momento que -modelo de acumulación mediante- vive nuestro país!

El "pueblo" lograría así recuperar su dignidad, y no sólo tendría asegurada ya su "aerolínea de bandera", sino también un botín mucho más preciado y significativo: el ALFAJOR DE BANDERA!!!

Hablando en serio, el caso de los ex-empleados de la Kraft-Terrabusi que exigen su reincorporación a la empresa, es un perfecto ejemplo sobre la gravísima enfermedad (mental) que azota a la Argentina.

Por lo pronto, la pretensión de esta gente denota que, a su criterio, las empresas no son libres de decidir a quienes emplean, no emplean, o despiden. Primera pregunta que les hago entonces: si las empresas no pueden tomar esas decisiones, ¿quién debería tomarlas por ellas? ¿el Estado? ¿la propia gente? ¿el sindicalismo? Realmente no queda claro.

Lo que queda claro es la profunda confusión que el argentino promedio arrastra sobre lo que una empresa es, y sobre cual es su función en la sociedad. Se pretende, en el fondo, que las empresas no sean organizaciones de derecho privado, cuyo fin último es ganar dinero, sino entidades de derecho público, únicamente creadas para dar empleo. Segunda pregunta: si resolver el problema del empleo fuera tan fácil, ¿porqué no estatizar todas las empresas y llenarlas de empleados? O mejor aún, ¿porqué no prohibir definitivamente los despidos?

El argumento "de oro" de quienes defienden este insólito reclamo, radica en lo siguiente: como la empresa ganó dinero en el pasado, ahora debe emplear gente por más que no la necesite. Se trata, como es obvio, de un planteo tan absurdo como ilegal: mal que le pese a algunos extraviados, las empresas no dan empleo para dar empleo. Dan empleo porque necesitan gente para producir los bienes y servicios que ofrecen al público, mediante lo cual obtienen una ganancia.

Si dieran empleo con el sólo objetivo de dar empleo, y evitaran optimizar sus costos, finalmente perderían su capacidad de generar ganancias, y con ella, su razón de ser. Lejos de solucionar el problema, dar empleo allí donde no es necesario, lo que lograría (lo que logra) a largo plazo es fundir empresas, y con ello, profundizar el problema del empleo. Por otra parte, si las empresas dieran empleo con el sólo objetivo de dar empleo, no serían verdaderas empresas, sino instituciones de beneficencia, que por supuesto son muy loables y necesarias, pero no tienen nada que ver con una empresa comercial.

Pero además, ninguna ley puede obligar a una persona física o jurídica a que emplee a una persona. Y si lo hiciera, sería totalmente ilegitima. Lo único que se le exige en Argentina a quién despide un empleado, es que lo indemnice. Y dada la envergadura de Kraft Foods, descuento que ese no es el problema en este caso.

El problema, es que la Argentina está enferma. Muy enferma. Y desde hace muchas décadas: que un grupete de "estudiantes" treintañeros se dedique a cortar calles y le complique la vida (a propósito) a miles de personas, lo demuestra cabalmente. Para colmo, ahora ya tienen la "represión" que tanto buscaron, con lo que -y ojalá me equivoque- el conflicto recién empieza.

En fin, podría seguir escribiendo hasta el infinito sobre el tema, pero corro el riesgo de largarme a llorar. Me despido, por ende, con una serie de pedidos (ruegos) para los directivos de Kraft Foods: No se dejen extorsionar. No acepten dinero del Estado. No reincorporen a un sólo despedido. No se bajen los pantalones. Y si la Justicia o los políticos les dan la espalda (lo cual es altamente probable), despidan a todos los empleados que aún no despidieron, y cierren la empresa. Quizás de ese modo, los argentinos empiecen a entender (y valorar) lo que significa tener empresas dispuestas a invertir, dar empleo, ¡y obtener ganancias! en el país.


Desafortunadamente, las chicas no comparten mi punto de vista.

8 comentarios:

As-Salaam Alaykum dijo...

pero dejate de joder...
Cachafaz o Muerte.

Abajo el imperialismo de las Lincoln, postre Royal, Express, y las onomatpeyas belicistas del chocolate Shot

perez dijo...

QUE INMORAL ESA FOTO EN EL DIA DE AYUNO DE MUCHOS DE NUESTROS LECTORES...

Victor dijo...

Para peor son yanquis!!!!

Es otra muestra de lo que yo llamo pensar con el culo, como lo de "donde hay una necesidad hay un derecho".

La empresa tiene la -obligación- de dar trabajo, aun a pérdida. Están todos esquizofrénicos.

Klaus Pieslinger dijo...

Según algunos videos tomados de celular que están circulando, hay muchos empleados que quieren seguir trabajando.

El "derecho a huelga" se transforma, fascismo mediante, en obligación de acatar bajo amenazas. Y después difunden que "todos los empleados"... bla bla bla.

Alex dijo...

me causó mucha gracia el post de las insurrectas. Aparentemente la autora no solo cree que la empresa esta obligada a dar trabajo, sino que además se escandaliza con la guita que gana su presidenta. Claro que la autora viaja por Bangkok y Barcelona, ojo, no es una trabajadora textil del GBA.

Blogovido dijo...

El "derecho" de huelga hace muchísimo que no tiene que ver con un verdadero derecho. Es hoy la prerrogativa de no trabajar y no dejan trabajar a otro.

En algún momento, el verdadero derecho de huelga era el de no trabajar, y si muchos empleados lo hacían en conjunto, podían negociar desde una posición de mayor fuerza.

Pero ahora es no trabajar, cortar calles, impedir que otros que sí quieren trabajar lo hagan, arrojar piedrazos y cócteles molotov, destruir vidrieras, automóviles, carteles y árboles.

Parece ser que la idea de que mis derechos terminan donde empiezan los de los demás ya está muerta y enterrada.

La gente común se enoja ante los cortes pero dice "es la única forma de reclamo que les queda", ignorando que eso implica el fin de una sociedad pacífica que resuelve sus conflictos negociando o ante la ley.

Kraft va a aflojar porque sus ejecutivos saben de qué se trata hacer negocios en Argentina, y poco tiene que ver eso con hacer buenos productos a buenos precios.

Alex dijo...

no nos podría pasar nada peor que kraft afloje. O que cualquier otro encuadrado en la ley de contratos de trabajo afloje. Porque eso inmediatamente legitima el reclamo y después vamos a tener piquetes hasta en Lavalle y Florida. Me sorprendería mucho también que Kraft no afloje. Así que ahora al gobierno lo van a correr por derecha y por izquierda. Eso si que es hacer las cosas bien!

Blogovido dijo...

Sería justicia divina que este gobierno cayera por piquetes, aunque no serviría para nada.