3 de septiembre de 2009

Conservadores



Otro ejemplo más de la voluntad de que los demás paguen los caprichos de los vecinos de un barrio.

El local del antiguo cine Gran Rivadavia está en venta y algunos vecinos del barrio de Floresta piden a las autoridades que intervengan para que no "se convierta en un boliche, en shopping o en un supermercado".

Lamentable mentalidad que no asume los cambios y las innovaciones y que necesita que otros les paguen sus caprichos de querer que las cosas se mantengan igual por la eternidad.

Además, digo yo, ¿no hay vecinos en ese barrio que sí apreciarían mucho que ese local se convirtiera en un boliche, shopping o supermercado? ¿Tan demoníacos son esa clase de comercios que cuando se abren se llenan de gente a rabiar?

Me pregunto si esta gente pondría tanto énfasis en pedir a las autoridades otras cosas más valiosas para la vida diaria y que se extrañan mucho en Buenos Aires: paradas de colectivo decentes, veredas que no estén rotas, semáforos que funcionen, etc.

No, pero eso sería tener los pies demasiado sobre la tierra...



Comentamos otro caso similar hace casi un año aquí.

4 comentarios:

Max dijo...

Lamentable, me hace pensar mucho en esta nota de Perfil. La progresía se horroriza porque los pueblos del interior se vacían. Le echan la culpa a los fanatsmas de siempre, la soja, etc, cuando la soja los habia empezado a levantar de vuelta. Los pueblos del interior se vacían porque un gobierno con la misma ideología de estos compungidos personajes pisa los precios de todo lo que estos pueblos producen y lso tiene agarrados por el cogote y permanentemente agonizando. la gente se va porque encontró vidas al menos aparentemente mejores en otro lado. Pero a la progresía no le importa la gente, le importa la foto de época.

BlogBis dijo...

Rosagasario, siempre a la vanguarrrrdia:
El que fuera el cine La Comedia, cuando cerró y gracias a reclamos de "vecinos preocupados" fue comprado por la Municipalidad, que lo convirtió en el Teatro Municipal La Comedia: se usa, con suerte, una vez al mes.
Cuando cerró el cine El Cairo (al lado del célebre bar homónimo)otra vez los "vecinos preocupados" lograron que el estado provincial destinara fondos para comprarlo. Y ahí está, inútil y cerrado desde hace un año.

Blogovido dijo...

Che, ¿y si nos "vecinos preocupados" o sensibles no hacen una vaquita para comprarlo? De seguro son muchos así que no tendrán problemas y hasta pueden mantenerlo como cine.

¿O serán quince idiotas que no iban a ese cine desde hace treinta años y ahora les importa?

No, debo borrar esos pensamientos pecaminosos de mi mente.

Sin dudas, la función del estado es mantener edificios pedorros que fueron cines alguna vez y a los que ya no iba nadie para que formen parte del "paisaje urbano".

Carlos dijo...

Si el edificio y el barrio valieran la pena, algún inversor haría como El Ateneo con el cine Gran Splendid de Santa Fe entre Callao y Riobamba. Como librería es mediocre pero la idea fue tan buena que no hay turista que no se saque fotos y, de paso, compre en el local.