26 de septiembre de 2009

Nuestros impuestos vuelven

Bien, al igual que el resto, esta semana recibí facturas de cuentas de gas y electricidad que lucen la tan promocionada marca de agua con el texto CONSUMO CON SUBSIDIO DEL ESTADO NACIONAL, y mientras las examinaba se me ocurrieron las siguientes consideraciones:

"SUBSIDIO DEL ESTADO" - pero el estado no produce riqueza alguna (eso lo sabemos al menos nosotros) así que los fondos del "subsidio" se originan sea en la máquina de falsificar moneda que opera esta gente, sea en los impuestos previos que nos quitan por coacción, con lo cual deduzco que este así llamado subsidio, o es una estafa (más) a las empresas proveedoras que deben recibir billetes del Estanciero, o es el retorno de una pequeña parte de los tributos que nos han esquilmado. O ambas/ambos dos.

"COSTO GAS IMPORTADO" - este item equivale al CARGO FIJO más el CONSUMO, efectivamente duplicando el subtotal antes de la aplicación de impuestos, y -suponiendo por un momento que hay algo de verdad al menos en este punto- es un dinero que va derechito a parar a los bolsillos del Ekeko patasucia con ínfulas de superioridad étnica y sombrero de Bagel, don Evo Morales. Esto mientras a lo largo de estos años el montonerato fascista le dictó los precios a las empresas de gas, boicoteando la posibilidad de reinversión, lo que desembocó en la importación de gas de Bolivia. Cuál es el equivalente del término "cipayo" para este caso?

"Cuadro comparativo" - Con "importes aproximados" según reza la nota, me hacen notar que si estuviera residiendo en Córdoba o Santa Fe, mi costo de electricidad sería el mismo que el actual de Buenos Aires sin "subsidio", lo que indica que en alguna estadística figura que nuestros votos deben pesar más que, por ejemplo, los de cordobeses - al menos hasta que surja un nuevo cordobazo o rosariazo, claro.
Sigue el comparativo eléctrico, y si viviera en Sao Paulo o Santiago me costaría el triple, y en Montevideo el cuádruple - lástima que no lo tradujeron a BigMacs, porque no me queda claro cuánto estaría ganando si trabajara en esas ciudades de los países limítrofes. Una comparación bien tirada de los pelos (no auto-pun intended)

Un comparativo similar trae la del gas, señalando que los infelices que deben consumir garrafas (no las "sociales" sino las de verdad) estarían pagando el doble (sin mi retorno tributario) o el cuádruple (con el retorno). Ni hablar de Sao Paulo (cinco veces más que las garrafas antisociales, diez sin devolución, veinte con el "subsidio"), Uruguay (el triple), Santiago (quíntuple). Aquí olvidémonos de los BigMacs, son unas cuantas Cajitas Felices. Ni hablar, dije.


Bueno, estoy por escribir una carta de agradecimiento, pero de la emoción no se me ocurre el nombre del funcionario a quien debo dirigirla.
Alguna sugerencia?

1 comentario:

choripanboy dijo...

Magoya...