5 de septiembre de 2009

Una idea



Puede parecer increíble, pero reciclar electrónica obsoleta es un formidable negocio.
La recuperación de los componentes permite un ahorro de hasta el 60% en la producción de los equipos nuevos, y es una acción muy efectiva en la mejora del medio ambiente.
En USA y en Israel existen plantas de reciclaje, pero parece que en Singapur y en China se ha desarrollado una industria impresionante.
Una de las claves del negocio es alcanzar un gran volumen, para obtener la necesaria rentabilidad.
Creo que actualmente en Argentina se realiza ocasionalmente un reciclaje parcial, donde se recupera lo que sirve para volver a usarse, a veces el cobre y otros metales, pero en general todo lo que no fue directamente a la basura se termina exportando a plantas que están en el extranjero.
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En la imagen, una celda de la empresa Snunit -סנונית-golondrina- donde la gente puede depositar lo que ya no funciona y debe ser descartado.
Snunit es una empresa fundada a principios de 2008 -con el objetivo de reducir la contaminación en Israel- que realiza un reciclaje completo, y además aplica los tratamientos convenientes a los elementos que no pueden ser reciclados.
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Es muy posible que un país sudamericano por sí solo no alcance la escala, pero podrían hacerse convenios, o incluso una asociación continental.
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Se me ocurre que en vez de perder el tiempo con rencillas absurdas y planteos políticos de dudosa conveniencia, ese costoso engendro llamado Unasur podría dedicarse a propiciar o incluso materializar este tipo de emprendimientos.
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2 comentarios:

Klaus Pieslinger dijo...

En China lo hacen así.

Greenpeace, anyone?

Beto dijo...

Lo de China es de terror , pero lo peor es que varios de los componentes sin procesar lo reutilizan en nuevos aparatos.

En Japon hace unos 15 0 20 años habia una empresa que reciclaba todo tipo de aparatos electronicos, cuyas instalaciones parecian un laboratorio. Solo lo que recuperaba de oro y cobre (a precios muchos menores de los que se pagan ahora) pagaba los gastos de reciclaje, el resto era ganancia.