10 de octubre de 2009

El estatus de la propiedad de las ondas radiofónicas

La historia de la colectivización de la radio y la televisión demuestra, en forma condensada, en una suerte de microcosmos, el proceso y las causas de la destrucción del capitalismo. Es una ilustración elocuente del hecho de que el capitalismo perece por la negligencia filosófica de sus supuestos defensores. Los colectivistas frecuentemente se refieren a los primeros años de la radio como un ejemplo del fracaso de la libre empresa. En esos años, cuando las emisoras de radio no tenían ningún derecho de propiedad sobre la radio, ni recurso o protección legal, las comunicaciones radiofónicas eran una caótica tierra de nadie, donde cualquiera podía usar la frecuencia que quería y trabar a cualquier otra. Algunos medios de difusión profesionales intentaron separar sus frecuencias por medio de acuerdos privados, los cuales no pudieron imponerse sobre otros; ni pudieron oponerse a la interferencia de amateurs desubicados, maliciosamente traviesos. Este estado de cosas fue utilizado, entonces y ahora, para urgir y justificar el control gubernamental de la radio.
Esta es una instancia del capitalismo asumiendo culpas por los males de sus enemigos.
El caos de las ondas radiales fue un ejemplo, no de libre empresa, sino de anarquía. Fue causado, no por los derechos de propiedad privada, sino por su ausencia. Demostró por qué el capitalismo es incompatible con el anarquismo, por qué los hombres necesitan un gobierno y cuál es la función apropiada del gobierno. Se necesitaba legalidad, no controles.
Lo impuesto fue peor que los controles: la nacionalización total. Por un proceso gradual, ganado sin oposición, por negligencia ideológica, se dio por descontado que las ondas radiofónicas le pertenecían al "pueblo" y que son de "propiedad pública".
...
Considere los privilegios especiales que se pueden hallar dentro del estatus de un sirviente certificado del "interés público" y como usuario autorizado de la "propiedad pública". No sólo coloca a un hombre fuera del alcance de la competencia económica, sino también le quita la responsabilidad y los costos implícitos en la propiedad privada. Le concede gratuitamente el uso de una frecuencia de radiodifusión por la cual él habría tenido que pagar un precio enorme en un mercado libre y no habría podido sostenerse por mucho tiempo, si echase al aire la clase de basura desmedida que arroja hoy.
Tales son los intereses ocultos hechos posible por la doctrina del "interés público" y tales son los beneficiarios de ciertas formas, versiones o grados de la doctrina de la "propiedad pública".
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Cuando la censura de la radio y la televisión se acepta como un hecho consumado, no pasará mucho antes de que todos los demás medios de comunicación, los libros, revistas, diarios, conferencias sigan su camino, discreta, oficiosamente y por el mismo método: abiertamente en nombre del "interés público"; secretamente, por miedo a las represalias del gobierno (Este proceso está ocurriendo en la actualidad).
Esto es todo lo que hay respecto a la relación de los derechos "humanos" con los derechos de propiedad.
Dado que "la propiedad pública" es una ficción colectivista, dado que el público como un todo no puede usar ni puede deshacerse de su "propiedad", esa "propiedad" siempre será comandada por alguna "élite" política; básicamente por una camarilla pequeña que luego regirá al público, un público de proletarios que han sido literalmente desposeídos.
...
Es una trágica ironía que en presencia de un dominio nuevo abierto por un logro gigantesco de la ciencia, nuestros líderes políticos e intelectuales volvieran a la mentalidad de los nómadas primitivos e, incapaces de imaginar los derechos de propiedad, declararán el nuevo dominio como un coto de caza tribal.
La brecha entre los logros científicos del hombre y su desarrollo ideológico se ensancha todos los días. Es hora de darse cuenta de que los hombres no pueden mantener esto por mucho tiempo, si continúan retrocediendo ante el salvajismo ideológico con cada paso del progreso científico.

Ayn Rand, The Objectivist Newsletter, 1964

Articulo completo, por lo extenso, aquí.
Siguiendo el hilo de ambos dos posts que preceden.
(HT: German)

13 comentarios:

Rāḥēl Reznik dijo...

Perfecto.
!!
Pik'Z

Daniel dijo...

el Randroide tipico no se da cuenta que las ondas necesitan atravesar propiedad de terceros.
Perfectamente se podria optar otro criterio con todo derecho: Dentro de mi propiedad, absolutamente todo el espectro radioelectrico me pertenece y puedo hacer lo que quiera con el. El que quiera derechos de paso, poniendo estaba la gansa. Y sino lo lleno de plomo.
¿Quien va a venir a obligarme a adoptar otro criterio que no sea el mio?

Cuando se entra tan gratuitamente en el delirio se da permiso para cualquier aberracion...

Klaus Pieslinger dijo...

Interesante concepto "Daniel". Probá de implementarlo -nadie te lo impide- y después pasá a contar. Si podés traé fotos.

A. m dijo...

Daniel, es una estupidez lo que planteas. Las ondas radioelectricas son las esccasas, no el aire que utilizan.
El aire no es un bien escaso, por eso no existen derechos de propiedad sobre el.

Daniel dijo...

Cuando mostres alguna foto del Objetivismo triunfante con gusto muestro las mias Klausbert.


"no el aire que utilizan"
bueh...

Daniel dijo...

Apuntador disculpa no te explique por falta de tiempo que cosa se te paso por alto:
Ese concepto de ejemplo efectivamente puede sonar a estupidez en nuestro mundo. Pero es perfectamente atendible en el delirante mundo randiano.
Algo ante lo que los randianos se hacen los perfectos otarios. O sencillamente no comprenden las consecuencias que se desprenden de lo que plantean, ya que lo de ellos es solamente copiar y pegar a la que me importa cualquier delirio de la Biblia Dogmatica Randiana que crean que tiene algun sentido racional.

Klaus Pieslinger dijo...

Espectacular explicación, tenemos un candidato a Nobel.

Klaus Pieslinger dijo...

PD. "Daniel", hace tiempo ya que nos visita Daniel que es de un blog amigo. Soy un poco más tolerante con las gansadas que los otros moderadores, pero si vas a seguir comentando por aquí, al menos hacelo con otro nombre para no hacerlo quedar mal y tener que estar chequeando tu perfil para verificar.

Unico aviso.

daniel - דניאל dijo...

Bueno Klaus, mi nombre es muy común y hay miles de danieles por la red. Gracias por las molestias al chequear, con mi osito no basta? Firmaré en hebreo o en yidish entonces.

Tampoco puedo firmar con la URL de mi página pues lo prohíbe el reglamento interno.

Un abrazo

daniel, el dendeveras :))

Klaus Pieslinger dijo...

El osito no sale en RSS ni en el seguimiento por mail. Pero dejá que cambie el otro nomás. No acepte imitaciones! ;)

Daniel dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
daniel - דניאל dijo...

Al contrario Klaus, me encanta firmar así, es un lujo que puedo darme ;)

Klaus Pieslinger dijo...

Ya te avisé.

PD. "On Blogger Since August 2009".