La práctica es común en los barrios cerrados, en alguno de los cuales circula guardia armada. Y fuertemente armada. Ahora, porciones de la traza urbana se van sumando, confirmando que el estado falla en una de sus funciones básicas que es mantener algo tan primordial para conservar el pacto social como es la seguridad pública.
El fenómeno crece a paso acelerado, tanto como para el periodismo se avive de que ocurre.
Si esto no marca un Estado fallido, no se qué hace falta.
Como se dijo en un post del 2008, el estatismo está demoliendo su propio proyecto por la vía del absurdo.
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