No creo que este proyecto sirva para nada en Argentina, del mismo modo que no sirvió en 2003.
La sencilla razón: No existen los partidos políticos en Argentina, y las internas deben organizarse entre candidatos de un mismo partido.
En 2003 debería haber habido tres precandidatos peronistas: Menem, Rodríguez Saa, y el candidato de Duhalde (Reutemann, De la Sota, Kirchner, en ese orden), y tres candidatos radicales: Moreau, López Murphy y Carrió.
Se ciscaron en la ley de internas abiertas y cada uno fue con su propio sello de goma como candidato presidencial.
Al no existir los partidos politicos (a cuántos perteneció la mayor fundadora de partidos Carrió en toda su vida pública, por ejemplo?) no se puede obligar a las personas compulsivamente a participar en una preselección mentirosa.
Importar mecanismos electorales de otros países con distintas realidades podría considerarse un error, pero esto es una muestra más de la perversión K.
¿vos qué opinás?
2 comentarios:
Aca en Santa Fe tenemos elecciones internas abiertas, obligatorias y simultáneas y muy efectivas no son. Siempre termina ganando el aparato de los partidos...
Yo humildemente opino que conociendo a los kirchner como los conocemos ellos no van a hacer nada que beneficie al país, sino que siempre buscarán su propio beneficio y nada más.
Por lo tanto, de entrada, hay que oponerse con todo.
Que 'la carga de la prueba' la tengan los sátrapas, y me ellos hagan el esfuerzo de convencerme que no es así.
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