Repetidamente he leído sobre las proezas del Pucará, sobre las virtudes imbatibles de esta creación gauchita, sobre el plusvalor que al diseño le agregó el rótulo "combat proven" que se ganó en acción.
Lamento confirmarles a los que todavía se la creen, que se confirma mi sospecha de que nacido a destiempo para una guerra que no le tocó combatir, nunca pudo aspirar a mas que la III Brigada Aérea o la Fuerza Aérea Uruguaya. Como si los fiascos generados en Colombia y en Sri Lanka no alcanzaran...
Resulta que en estos tiempos en que las guerras del Siglo XXI se están acercando más a las de la década del treinta que a la guerra tecnológica para la que se preparó la OTAN, las fuerzas armadas norteamericanas están evaluando reincorporar aviones capaces de desplegar grandes cargas de pago, con alta maniobrabilidad, resistencia al castigo, y bajas velocidades.
El candidato principal es el OV-10 Bronco, padre putativo del Pucará, que volvería a ser producido ahora por Boeing. Y si esta opción no cuadra, miran con interés un avioncito extranjero. El Embraer Super Tucano.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario