9 de noviembre de 2009

La paz es posible, pero se necesitan dos


Si bien el informe de Goldstone admitió que los grupos armados árabes palestinos en Gaza no llevaban uniformes y por lo tanto eran indistinguibles de los civiles, afirmó alegremente que no encontró pruebas para concluir que los combatientes de Gaza hacían eso con la intención de utilizar a los pobladores civiles como escudos.
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Obviamente, en ninguna parte aclaró que intención tenían entonces.
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¿Qué puede impulsar a un grupo armado a no usar uniformes y así mimetizarse con la población civil, que no sea pasar desapercibido y de esta forma causar confusión en el enemigo?
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No existe ni existió nunca una guerra donde no haya muerte de civiles, pero si no es posible distinguir a los soldados porque adrede no utilizan uniformes va de suyo que muchísima gente que no está participando activamente en el conflicto se verá afectada y estará bajo el fuego enemigo.
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Existen pruebas contundentes, incluso en videos que puede ver todo el mundo, que los árabes palestinos utilizaron las mezquitas, las escuelas y los domicilios particulares para almacenar armamento y disparar cohetes desde esos lugares.
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Independientemente de cualquier otra consideración, negar esos hechos que son de conocimiento público implica -ni más ni menos- un profundo y malvado antisemitismo.
Porque frente a esa modalidad especial de guerra -sin uniformes y sin frente- Israel hizo lo humanamente posible para no dañar a la población civil árabe palestina.
Los árabes palestinos han creado una especie de semi-estado que no tiene un ejército institucional, y cualquiera entiende que la cosa se pone bastante confusa en la práctica.
Israel alertó por todos los medios posibles la ubicación de los blancos.
La respuesta de los árabes palestinos fue obligar a la población civil a concentrarse en esos lugares críticos.
En una segunda etapa, Israel utilizó los 'tocando techo', que son proyectiles de advertencia que no causan daños reales para lograr que los civiles se alejen.
Una vez más la respuesta de los terroristas fue agrupar más y más civiles.
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Los códigos militares de las FDI incluyen normativas -nadie en el mundo las adoptó- que ponen en riesgo a los propios soldados frente a la posibilidad de dañar civiles, pero todo tiene un límite.
El gobierno de Israel hace muchas reflexiones de índole moral antes de las batallas, pero no durante ellas, porque es imposible exigirle a un soldado en combate que se ponga a filosofar frente a un individuo vestido de civil que se acerca amenazante con granadas en la mano.
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Desde ya, y para no abundar, lo que quiero decir es lo que expresé en el título del post: la paz es posible, pero se necesitan dos.
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No quiero ser amarga, pero -al final- la retirada unilateral de Israel de Nahr al-Līţānī y de Retzu'at 'Azza lo único que sirvió fue para que esos lugares malditos se llenaran de asesinos terroristas.
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3 comentarios:

Klaus Pieslinger dijo...

"No tenemos uniformes porque somos pobres; dónennos más dinero."

Rāḥēl Reznik dijo...

Te extraño
Yo

Klaus Pieslinger dijo...

Piko