2 de noviembre de 2009

Reporte porteño

Como contaba en un post previo, estoy en Buenos Aires por un par de días, y como no tengo mucho que hacer mientras avanzo en los trámites que vine a hacer me he dedicado a observar la ciudad.
Lo primero que me llamó la atención es la cantidad y tamaño de los baches. En la esquina de donde estoy parando -por ejemplo- falta algo así como un metro y medio cuadrado de pavimento, prolijamente aserrado y jamás cubierto. La lluvia lo nivela virtualmente, de manera que entre ayer y hoy ya vi un Focus con una cubierta tajeada y una camioneta de reparto que directamente reviró toda la llanta y probablemente reventó el tren delantero.
Otra cosa que me llamó la atención -y mucho- son los carteles del gobierno con los colores del PRO, los vehículos nuevos de la ciudad, con los colores del PRO y un puente peatonal nuevo, en Palermo, pintado también amarillo PRO.
Un gobierno local que parece incapaz de manejar los males endémicos de esta ciudad, se subió a la manía nacional de confundir partido y gobierno. Ayer me preguntaban justo cómo veo a Macri para el 2011.
Si antes no le tenía fe, después de observar la cara visible de su gestión, le tengo menos todavía.

2 comentarios:

Klaus Pieslinger dijo...

No se lo cuentes al paspado de Rozitchner que se ofende; eso en el blog que hace para el macrismo no figura.
Vos mirá los canteritos con flores nomás.

Sine Metu dijo...

El amarillo pro es más o menos lo mismo que el anillo de B. Hussein O.

(identificar el estado con el gobernante)