20 de diciembre de 2009

El final del Graf Spee


Hace setenta años la costa uruguaya fue el escenario del combate naval entre el acorazasdo de bolsillo Admiral Graf Spee y los cruceros Exeter, Ajax y Achilles.
Es conocido que el Graf Spee acorralado y averiado entró al puerto de Montevideo, para ser volado en la rada por su capitán cuando se le vencieron las 72 horas que le habían fijado las autoridades uruguayas.
Ahora aparece una historia que completa los motivos que llevaron al capitán Langsdorff a decidir la suerte de su buque. El uruguayo Alberto Voulminot, propietario de un astillero local se negó rotundamente a reparar el buque alemán, e incluso a proveerle los materiales para que la tripulación reparara el buque, a pesar de que Langsdorff le ofreciera pagar cualquier precio por los servicios.
"No es cuestión de precio, es cuestión de dignidad".

Vale la pena leerse, acá.

1 comentario:

El enmascarado) dijo...

Muy interesante artículo. En él se mencionan las gestiones que hizo el Embajador inglés, Eugen Millington Drake, para que el Graff Spee no fuera reparado.

Este Embajador inglés debe haber sido un buen amigo del Uruguay ya que en Montevideo, en Carrasco, hay una calle que lleva su nombre.
Lord Ponsomby también tiene una calle en su honor, pero en este caso es notoria la razón del homenaje.