7 de diciembre de 2009

Rumbo de colisión


Vistos los acontecimientos de los últimos años en la mayoría de los países de América Latina, no es extraño que se observe en rumbo directo de colisión social estimulado desde los propios gobiernos y ante este eventual escenario hay que efectuarse una dolorosa pero inevitable pregunta relativa al derrumbe irreparable de los sistemas democráticos regionales y de ser así, ¿Qué opciones quedan?
Es evidente que varios gobernantes del continente han puesto al filo de la navaja a muchas de sus instituciones democráticas en no pocos países latinoamericanos.
Se observa impávidamente por parte de organismos como la OEA como un grupo de gobernantes elegidos democráticamente impone y ha impuesto cambios que han ocasionado daños irreversibles en sus sociedades en nombre de un ideal que no considera los valores y las tradiciones reales que preceden a sus pueblos.
También es inocultable el rotundo fracaso de gobiernos democráticos en hacer frente a los problemas conocidos en América latina, la inflación, la inseguridad, la pobreza, la droga, el sida, la desnutrición infantil, el terrorismo político y la coerción social generan una peligrosa percepción general que muchos países se tornaran ingobernables en el corto plazo.
Es aquí donde hay que señalar que tanto en el crecimiento, la evolución y la caída de las sociedades, tanto igual que en la evolución y extinción de las especies, la supervivencia de los más aptos no significa, desgraciadamente, la supervivencia de los mejores, sino de aquellos mejores adaptados al medio ambiente en que tienen que desenvolverse.
Pareciera ser que se ignora deliberadamente que las democracias y las libertades están vacías de contenido en no pocos países de América Latina, no se valora la democracia liberal como a una planta delicada, tan rara como una orquídea en la jungla de los sistemas políticos latinoamericanos que no ha sido transplantada con éxito de su hábitat europeo al Tercer Mundo, la realidad muestra tristes señales de enfermedad, incluso en su medio natural.


Guysen
Los gobiernos populistas y fascistas seudo-izquierdistas latinoamericanos utilizan la democracia para llegar al poder, y luego de instalados la pulverizan impiadosamente.
Lo más triste de todo es que parece que la gente no se está dando cuenta, y que las ex-repúblicas de la tierra de promisión se encaminan inexorablemente al suicidio.
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1 comentario:

SW.357 dijo...

Venezuela abrió el camino.
Ahora en Bolivia el Evo de América tiene la tranquera abierta, y está acá a un paso.
La única que les queda es la salida a la chilena.