26 de febrero de 2010

Lorena

Lorena es la moza que todas las mañanas me atiende en un bar del centro, cuando arranco la jornada laboral. Ayer no estaba trabajando, y nadie sabía por qué.
Hoy la encontré, con el ojo izquierdo en compota, y un tremendo chichón en la frente. El miércoles a la noche, en su barrio, cuando salía a hacer las compras del día la intentaron robar, para lo que la tumbaron de la bici y en el piso la patearon.

Creo que la destrucción del tejido social, es el daño más difícil de reparar que deja esta democracia discapacitada que tenemos.

7 comentarios:

Pablito dijo...

Cuando "un número suficiente" de ciudadanos luzca su propio chichon y su ojo en compota, probablemente aprendan a votar.

Jorge dijo...

yo creo que el problema no es a quien votan sino el grado de acomplejamiento que hay ante las tesis del buenismo sobre los delincuentes.
si votaran a un gobernante que hace descender abruptamente la delincuencia, cuánto duraría éste en el cargo una vez que lo empezaran a atacar por sus métodos, quejas por supuesto gatillo facil, etc?

Pablito dijo...

Jorge:
la controversia se resuelve muy facil - y por la legitimidad democrática- se someten los resultados una polítca eficaz de combate a la delincuencia a un plebiscito, y el resultado será abrumador.
Los abolicionistas y complacientes con el delito son una ínfima minoría con gran capacidad de simulación de mayoría.

Jorge dijo...

Pablito,

fijate lo que pasó con las privatizaciones. hace años que se vienen echando para atrás muchas de las que se hicieron a pesar de las evidencias de su conveniencia en muchos casos. depende de una mentalidad que no cambia de un día para otro.

Martín Benegas dijo...

Libre tenencia de armas de fuego, esa es la única "política" que funcionaría contra la inseguridad.

JorgeF dijo...

Recién caigo que hay otro Jorge comentando. Y veo que hay un Jorge en el equipo del blog.
Aclarado esto me parece que el tema de la inseguridad es un plano inclinado, del que se vuelve muy dificilmente y no sin violencia.
En los barrios periféricos la cosa está realmente muy difícil, y la gente humilde sufre de la delincuencia todos los días. No sea que por ahí reviente una pueblada, o aparezcan escuadrones de la muerte

Sine Metu dijo...

Tomé un colectivo que sigue el recorrido hacia un barrio más o menos inseguro. Todas las chicas estaban arreglando por celular quién iba a estar en la parada esperándolas para acompañarlas hasta la casa.