3 de marzo de 2010

Ayer me tocó, por temas laborales, hacer una visita a un hospital público. Una estructura del siglo XIX, remendada y emparchada mil veces, inapta para ser un centro de salud del siglo XXI, pero que en la provincia que aporta miles de millones al gobierno nacional para que se esfumen en algún recodo, sigue y sigue.

Pero no es eso lo que mas me impactó, porque es historia conocida (no es éste, pero bien podría ser.), sino la imágen de la espera en el sector obstetricia: siete u ocho chicas, con sus panzas a cuestas, de las cuales la mayor no debería pasar los 16 años y la menor dificilmente superaba los 13.

Ya se que no descubro nada, que tampoco es algo nuevo, ni que pasa exclusivamente en Argentina. Pero cuando uno suma esta escena a las colas interminables en la Ansés de chicas tramitando el subsidio universal, se ven las tripas mas repugnantes de la política argenta expuestas al sol.

4 comentarios:

Andy dijo...

¿¿Te fijaste que en la enorme mayoría de los casos, estas chicas <20 van solas a los controles prenatales???

Sine Metu dijo...

A mí me quedó grabada en la mente una nena de no más de 14 que tenía a su bebe con mascara de oxigeno.

Martín Benegas dijo...

vienen cada vez mas putas, y en todos los estratos sociales,

Juanchi dijo...

no entendiste nada pibe!!