Desde hace seis años y por razones laborales, más o menos por esta época del año viajo a Las Vegas por una semana. Sí, es un trabajo duro, pero alguien tiene que hacerlo.
Todos los años estaba acostumbrado a encontrar un hotel nuevo. Y me refiero a un hotel estilo Las Vegas, con dos mil habitaciones para empezar a charlar.
Esta vez vi avances muy importantes en el City Center (un conjunto de edificios de oficinas, condominios y cómo no, hoteles y casinos en medio del Strip , la avenida principal, que está en construcción desde hace tres años ), y encontré un centro comercial muy bonito que no conocía, pero me dio la impresión de que el impresionante empuje que suele exhibir esta ciudad estaba un poco atenuado.
También noté un poquito de suciedad en las calles, un poquito de infraestructura descuidada (escaleras mecánicas fuera de servicio, mobiliario urbano vandalizado), cosas que son habituales en cualquier ciudad del mundo, pero no en Sin City.
Hablando con un taxista estadounidense, (que no es tan fácil de encontrar como pudiera pensarse, la mayoría son inmigrantes, Nigeria, Etiopía y Filipinas fueron las las nacionalidades que más me tocaron), él tenía la misma impresión de sutil decadencia, aunque no se quejaba (un taxista puede ganar entre 4000 y 6000 dólares al mes), y lo atribuía sobre todo a la crisis cuyos efectos llegaron demorados. Eso sí, despotricó un buen rato en contra de Obama.
Otro día les cuento algunas curiosidades sobre el sistema de taxis de Las Vegas.
Sacando las tarifas de hospedaje, que son enloquecedoramente variables según el día, la semana, las convenciones que haya en ese momento, las carreras de Nascar, y un sinfín de factores más, encontré los precios aproximadamente un 10% más caros.
7 comentarios:
Don Bugman, desde que leí a Robert Venturi que quiero conocer The Strip.
Avíseme con tiempo, y el año próximo nos encontramos ahí para hacer una crítica de la arquitectura veguesca.
Y de paso, nos tomamos unas pomonas o unas bidús.
Mire, don BlogBis, a no ser que le llamen la atención los hoteles temáticos como el Venetian, con su reproducción a escala del Palacio Ducal y la Plaza San Marcos (canales y góndolas incluidas), o el Luxor con su pirámide de vidrio de 106 metros de altura, o las aguas danzantes del Bellagio, el castillo del Excalibur, la estatua de la libertad en el new York, New York, el Coliseo del Caesar´s Palace, la Torre Eiffel del Paris, la torre del Stratosphere (350 m, con mirador), el lujo impresionante del Encore, y ese tipo de cosas, no hay nada que ver.
Mi estimado Bugman ¡qué alegría ver que ha vuelto! ¿Me trajo el software?
Me sorprende que en su otro blog no haya hecho posteado sobre su viaje. ¿Tal vez es porque tiene allí muchas lectoras?
Me tomo el atrevimiento de decirle que éste blog es el lugar adecuado para explayarse, sobre todo porque la gente joven como Ud. debe pensar que Bidú es el nombre de una bailarina francesa y Pomona el de una polinesia. ¡Queremos detalles!
Hablando en serio, me alegro de leerlo e igual ¡Queremos detallles!
Mi muy estimado Enmascarado, me extraña, usted, tan luego usted, debería saber que un caballero no tiene memoria.
(Tampoco es que haya mucho que contar,eh).
Ese es mi próximo destino vacacional, si cambio de planes.
Rothbard, si quiere algún consejito chifle nomás.
Totalmente de acuerdo, mi querido Bugman, con la idea de que los caballeros no tenemos memoria de las DAMAS que hemos frecuentado, pero tenemos anécdotas acerca de las que no son Damas...
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