Todo el mundo conoce ejemplos de inmigrantes que apenas arribados conseguían conchabo e iniciaban una carrera meteórica en la escala social, desde virtuales desclasados en la Europa natal hasta una acomodada burguesía pampeana. Del hotel de inmigrantes al conventillo, del conventillo al lote en un barrio periférico, a la casa propia y al hijo profesional en menos de 15 años era un trayecto común y corriente.
La otra alternativa era el alquiler de una "concesión" en una colonia agrícola. Muchos fracasaron, pero miles y miles pasaron de colonos a chacareros, nueva especie que pobló literalmente el desierto argentino.
Y no solo los inmigrantes. Todo el que se quisiera sumar a la maquina económica puesta a girar encontró su lugar. No es nada casual el auge del sistema universitario, ni su consecuencias inmediatas: la Reforma, y la construcción de una creciente clase media.
Es cierto que el modelo no era ni el alberdiano, ni el sarmientino, pero tenía bastante de ambos.
Así que sólo el secuestro por parte del peronismo de la paternidad de la llamada "movilidad social", y el perverso afán se asociar fenómenos a determinadas posiciones políticas que a su vez se apropiaron de términos como "patria", "nación" y "bienestar" justifica que un diario (aunque éste sea La Nación, cada vez más pobre intelectualmente ) explique que cuando Macri habla de recuperar la movilidad social se ha "peronizado".
Hace falta, de manera urgente, que los argentinos liberemos tantos conceptos que hace tanto tiempo están en las manos equivocadas.
7 comentarios:
Muy bueno Blogbis!
Me puso de punta mis pelos de legítimo Gorila. Y eso que no quiero nada de nada a Macri.
Gracias SW.
Veo que entendiste a qué apunto. Ya ni siquiera se trata de que todos jueguen a ser peronistas, sino que se asume que el peronismo es una especie de bien supremo.
Supremo pero elusivo, aclaro.
Rubén, muy interesante. Pero creo que hace falta aclarar que cuando el 98% de los políticos nacionales y populares utilizan el adjetivo “social” en realidad están hablando de clientelismo.
Lo que vos describes es la verdadera y única deseable movilidad social, la que surge del esfuerzo y del mérito. La movilidad social de la que hablan los peronistas, incluido Macri (porque en Argentina peronistas son todos) es la que se da a partir de las dádivas del estado.
No sé si conseguirá engañar a la gente, por más que el argentino medio no sólo es propenso a comprar buzones, sino que vive rogando que se los vendan, pero mi lógica indica que las probabilidades de que Macri se peronice son infinitesimales, y no porque yo glorifique al peronismo sino porque agua y aceite no se mezclan por mucho tiempo. Macri sigue sin saber qué es el peronismo así como no sabe para qué llegó a la Jefatura del gobierno de la Ciudad. Su anhelo es seguir figurando en el "Quién es Quién" y robar cámara. No vivió el peronismo primigenio y le deben haber contado el último peronismo original, porque seguramente estaría en Suiza cuando ésto sucedió. Nadie le explicó que hubo un "por cada uno de los nuestros, cinco de los de ellos", o lo de darle a cada peronista alambre de fardo para colgar opositores. Y todos los que hoy se disfrazan de peronistas para cooptar votos, están en las mismas condciones que él. Ninguno menciona ni a Apold, ni a López Rega, ni a Cipriano Lombilla ni a Pettinato, porque no venden. Prefieren esconderse tras la imagen de Evita repartiendo máquinas de coser, porque eso viste y sirve para "pulir, dar brillo y esplendor".
Argentina ha retrocedido un siglo en poco menos de sesenta años, y en manos de estos seudoperonistas por interés, seguirá retrocediendo a pasos agigantados.
Martín Fierro decía que alguna vez "vendrá un argentino a gobernar esta tierra", y todavía lo esperamos.
Miguel, el retroceso es de más de un siglo. Creo que hoy estamos como en los años preconstitucionales.
¿Kirchner=Rosas?
Podría ser...
Al menos, Rosas no era un corrupto...
Publicar un comentario