Por motivos comprensibles, muchos millones de europeos han llegado a la conclusión de que el Islam es incompatible con la democracia laica y que es necesario enfrentarlo antes de que sea demasiado tarde. Algunos temen que ya lo sea: en la Unión Europea viven aproximadamente 20 millones de musulmanes –nadie sabe la cifra exacta–, y se prevé que, debido a la alta tasa de natalidad de la colectividad así supuesta y la inmigración, pronto haya muchos más.
Todo sería más sencillo si, andando el tiempo, las comunidades que se han formado se permitieran disolver en un gran “crisol de razas”, como sucedió con generaciones anteriores de inmigrantes pero, para extrañeza de los responsables del experimento, la resistencia de los musulmanes a dejarse asimilar propende a intensificarse. A su manera, se asemejan a los colonos europeos de otros tiempos que, con escasísimas excepciones, se negaron a permitirse influir por las costumbres a su entender salvajes de los nativos de las tierras que ocupaban. Para más señas, dirigentes árabes como el libio Moammar Gaddafi no vacilan en pronosticar que, merced al crecimiento demográfico de sus congéneres, “sin espadas, sin pistolas, sin conquista, Europa se convertirá en un continente musulmán en pocas décadas”.
Que los más amenazados por la militancia islámica sean los judíos, los blancos predilectos tanto de la saña del profeta Mahoma como de los indignados hoy en día por la mera existencia del Estado de Israel, es tristemente irónico. La decisión de abrir las puertas de Europa a inmigrantes procedentes de regiones exóticas sin tomar en cuenta detalles presuntamente menores como los supuestos por sus creencias religiosas y costumbres se debió en buena medida a la sensación de culpa que se apoderó del viejo continente por haber permitido el holocausto. También incidió la arrogancia de quienes suponían que los principios reivindicados por los progresistas ilustrados del Occidente eran compartidos por el resto del género humano, incluyendo, desde luego, a los habitantes de los países musulmanes del Medio Oriente y Pakistán, de suerte que una vez en Europa los inmigrantes abandonarían las supersticiones truculentas de sus antepasados, transformándose casi en seguida en escépticos benignos más interesados en disfrutar de los placeres del consumismo que en obedecer los mandatos de fanáticos religiosos. Se equivocaron, claro está.
(...)
De haber reaccionado los europeos con firmeza desde el vamos, informándoles a los recién venidos que a menos que se adaptaran rápidamente a las usanzas locales tendrían que volver a casa, se hubieran ahorrado muchos problemas. No lo hicieron. Antes bien, persuadidos de que los inmigrantes eran víctimas inocentes del colonialismo, muchos líderes europeos dieron a entender que, al igual que el primer ministro turco, estaban convencidos de que asimilarse sería un crimen contra la humanidad, ayudando así a preparar el escenario para lo que podría ser una nueva tragedia en un continente que ya ha visto demasiadas.
Visto originalmente en El Opinador Compulsivo.
Leer una columna como la de Neilson en un medio argentino de primera línea es un cambio agradable en medio del bienpensantismo que impera cuando se tocan estas cuestiones.
En cuanto a Europa, habrá que ver si aún está a tiempo de cambiar el rumbo después de décadas de hacer la vista gorda en nombre de buenas intenciones desmentidas una y otra vez por la realidad.
Y si todavía fuera posible el costo bien puede ser incalculable, si para convulsionar a Francia basta y sobra con sólo aumentar dos años la edad jubilatoria, como indica el autor en un pasaje que no cité arriba.
16 comentarios:
Reitero algo dicho varias veces, conviene informarse lo más detalladamente posible antes de adoptar, sin recaudos críticos, las opiniones del conservadurismo norteamericano que es lo que hace Neilson que, sin la menor sutileza intelectual, funde todo en una gran amalgama. Es una técnica expositiva que tiene éxito cuando se la dirige a sectores que, a toda costa, quieren creer en el “discurso” del autor. Los blogs son un claro ejemplo de eso por razones que muchas veces he expuesto, entre las que se destacan, fundamentalmente, las tomas de posición ideológicas que impiden el razonamiento frío e imparcial.
Neilson no podría sostener ese “relato” en un ambiente europeo con cierto vuelo intelectual. Sí en la National Review, el Weekly Standard o ciertos órganos de prensa que consideran antisemita a todo el que no piensa como ellos.
Vayamos al grano:
No todos los países de Europa son lo mismo ni tienen leyes iguales. Eso hace que el grado de asimilación de los extranjeros sea diferente de país a país.
Siempre hablo de Francia porque es el país donde más he vivido y, por lo tanto, más conozco. Allí, la laicidad funciona y la asimilación de los musulmanes es muy grande. Se debe a que, a diferencia de otros países, funcionan dos pilares que permiten esa asimilación:
a) Primero: Ser francés no es pertenecer a una raza o a una sangre sino que tiene un carácter “espiritual” que viene de la “grande nation” de 1789 y consiste en adherir a los principios y valores que desde ese entonces inspiraron a la república. Es un caso parecido al de los EEUU y su constitución. No tiene nada que ver con Alemania, Gran Bretaña u otros países europeos cuya identidad viene de la sangre y de la raza. Tengo muchos amigos y compañeros de estudio musulmanes totalmente laicos y asimilados a la cultura francesa; lo mismo pasa con gente de otros orígenes religiosos o étnicos.
b) Segundo: El aspecto cultural, especialmente la educación laica, gratuita y obligatoria. A nadie se le ocurriría pensar en proponer o aspirar a que se estudie en otro idioma que el francés según los planes de estudio franceses. Estudiar con el idiona y los programas comunes, no sólo une sino que, además, prepara para los estudios superiores y, por lo tanto, el "éxito en la vida". El sistema educativo es uno de los tesoros del país; de ahí el prestigio de la carrera docente.
La adhesión a los principios de la república y la educación logran una sociedad laica y lo más homogénea posible.
Podríamos agregar, que Francia es el país con mayor crecimiento vegetativo de Europa y no por obra de los musulmanes.
Muchas veces pensé hacer un ( o varios) largo post para desarrollar el caso francés que se diferencia completamente del resto de Europa, al extremo que varios estudiosos pensaron (un poco utópicamente) en adoptarlo como modelo para toda la Unión Europea. La historia desde el período galo hasta nuestros tiempos, pasando por la sociedad galo-romana, las invasiones francas, etc, y el gran legado de la Revolución Francesa, formaron una país con las características, antes citadas.
No digan que Oriana no les avisó. Coincido con el análisis de Neilson. El Estado de Bienestar a la larga trae malestar.
Carlitos, lamentablemente en España no se integran demasiado. En primer lugar porque los propios españoles los miran con gran desconfianza especialmente a los marroquíes que son la primer minoría extranjera. Hay 700.000 marroquíes residentes legales en España y existen duros prejuicios contra ellos: que son todos ladrones, que son vagos, etc. Obviamente no es cierto, pero el recelo a los "moros" existe.
Por otro lado, los moros tampoco se matan por integrarse, suelen vivir en ghettos especialmente en Andalucía y, cada tanto, aparece algún padre o hermano que mata a su hija o hermana por haber "deshonrado" a la familia.
Las autoridades toman toda clase de medidas para evitar la discriminación en las escuelas y en los trabajos y hay numerosas ayudas estatales para facilitar la integración. Y acá se produce otro fenómeno: muchos españoles acusan a los "moros" de vivir sin trabajar aprovechando los subsidios por hijo y por escolaridad ya que tienen mucho más hijos que las familias españolas.
Es un tema muy complicado.
Estoy seguro que los frecuentadores del ambiente europeo con cierto vuelo intelectual bien saben por qué barrios y en qué horarios no les conviene circular.
Estimado Carlos, ante todo gracias por el comentario.
Aún asumiendo que Neilson pudiera estar exagerando la magnitud del problema que representa la integración de los musulmanes en las sociedades europeas, desde mi modesta experiencia y comprensión pienso que esa cuestión está por lo menos siendo percibida como un problema de manera cada vez más abierta.
De lo contrario, una jefa de gobierno como Angela Merkel, que no es precisamente una extremista, no arriesgaría capital político hablando públicamente del "fracaso del multiculturalismo" en Alemania, y los partidarios de Geert Wilders, al que precisamente tratan de extremista, no habrían podido convertirse en la tercera fuerza política en el parlamento holandés a partir de una plataforma explícitamente crítica del fundamentalismo islámico.
Algo está andando mal allá como para que estos hechos, entre otros, estén teniendo lugar.
En fin, esa era mi modesta opinión.
Una vez más, gracias por el comentario y saludos.
Lo que cuenta el Enmascarado, ( lo de España) es el problema de los países que tradicionalmente produjeron emigrantes y de repente empezaron a recibir inmigrantes; a ese fenómeno lo viví de cerca en Italia con los "estracomunitari"a los que los italianos les hacían la vida imposible al extremo de incendiarles los lugares en los que vivían. No hablo sólo de los negros africanos, sino también de albaneses o gente del este de Europa.
Lo peor del artículo de Neilson es la profunda islamofobia que parece sacada directamente de algún pasquín neoconservador o sionista de esos que creen que EEUU e Israel son la luz del mundo y el resto tinieblas a las que hay que combatir. Neilson lee en internet y repite; para él el enemigo no es el islamismo sino el islam; me suena haber leído a uno que otro judío decir eso por ahí. Es un viejo deporte de la derecha norteamericana creerse diferente a Europa que, por supuesto, es decadente y en vías de desaparición. Desgraciadamente para ellos, el desprestigio de su país es enorme luego de las mentiras de Irak, Afganistán y Medio Oriente, en donde se fueron trillones de dólares y cientos de miles de muertos para que las cosas estén peor que antes (hay que leer WikiLeaks). Decir esto, no es ser antinorteamericano ni antisemita; es simplemente entender como son las cosas. Como opina Umberto Eco, los norteamericanos se empecinan en ignorar la historia y, por eso, en las aventuras que emprenden les va mal. Vietnam y Afganistán son dos ejemplos claros. Cuando Chirac y Schroeder le advirtieron a GWB que ( además de mentir) iba a meter la pata, este y los tirabombas que lo rodeaban se enfurecieron con Francia y Alemania que pasaron a ser los enemigos. Los tipos creyeron que se meterían al mundo en el bolsillo y se rompieron la cabeza contra la pared.
Los inmigrantes musulmanes en Francia vienen desde hace años de ex colonias norafricanas y los descendientes de esos que llegaron en primer término son franceses hechos y derechos. Miren los locutores de la televisión o los actores de cine de raíces magrebíes que triunfan.
Francia tiene una larga historia de "francisation" que nace, practicamente, con Hugues Capet hace más de mil años. Repito, ser francés no es una cuestión de raza o sangre sino de adhesión a principios y valores venidos del fondo de historia y, muy especialmente, de la extraordinaria herencia de 1789. Laicismo y educación pública. Hay lo que se entiende por “multiculturalismo” cuando las comunidades viven separadas (en ghetos) y no se integran social y culturalmente. Por supuesto que en Francia hay problemas, pero no son comparables a los de otros países de la región. No es serio hacer la amalgama y “copy-paste” que parece ser la especialidad de Neilson.
El mundo desarrollado va hacia una mestización racial y cultural. Eso es lo que no entienden los ignorantes “rednecks” norteamericanos de revolver en la cintura que piden a gritos que les devuelvan “su país”. Ese país no existe más y los EEUU son cada vez más una mezcla de blancos, latinos, negros, musulmanes y asiáticos, como se ve en NYC que es completamente diferente a la ciudad que conocí hace cuarenta años. Los que no entiende esto, por brutos o por tercos ( generalmente es por las dos cosas), están condenados a vivir enfermos de odio como la Fallaci. Basta oír los que dicen los Limbaugh, Beck, Coulter, Palin, O’Donnell, etc. para darse cuenta del combate de retaguardia ( perdido desde un principio) que libra esa gente que no se dio cuenta de nada de lo que pasa fuera de su barrio. Si los republicanos vuelven al poder, con un país en profunda crisis económica -iniciada en su tierra-, verán que sus sueños imperiales murieron y , para empezar, deberán hacer cortes en gastos militares de la magnitud los que hará la coalición que gobierna al Reino Unido. Esta vez, les será difícil ignorar la historia.
Saludos
Carlos, no todos los que estan en contra de que los musulmanes lleguen a Europa y sigan haciendo lo que hacen en sus paises (es decir, la Sharia), son fanaticos. Fanaticos hay, pero de ambos bandos (convengamos).
Si los musulmanes llegan a Europa y se adaptan al 100%, entonces son mas que bien recibidos. No es una cuestion racial. Lo que molesta son los inmigrantes que no se integran (y aun en Francia hay muchos de estos).
Es lo mismo que Obama. Los democratas acusan a los republicanos de no quererlo por ser negro. La realidad es mas facil: no lo quieren (queremos) por ser un INUTIL. Su negrura no tiene nada que ver.
Los europeos sufren mucho su culpa imperialista, y sienten obligación de ser acogedores.
Me imagino que Carlos es un old time gentleman, y ve la realidad europea desde esa perspectiva.
Yo soy de ascendencia francesa, tengo familia en Francia y trabajé varios años para una empresa francesa en diversos lugares del mundo, en la actividad petrolera.
Yo creo que esa tendencia de Francia a "afrancesar" a sus habitantes y a los inmigrantes se viene perdiendo a paso acelerado. No quiero meterme en temas sociológicos que no domino, pero de mirar lo que ocurre en muchas ciudades francesas me parece que a los jóvenes, y hablo de los jóvenes menores de 20 años, la tradición francesa, la francofonía, el orgullo que mantenía la identidad de La France les importa un pepino, metidos en el mundo de la imagen y el consumo modernos.
Mi cuñdada clases en el BAC, en un colegio de la banlieue de Brest, y dos por tres se topa con conflictos con chicos que se niegan (si se niegan) a hablar en francés.
No tengo el correo del blog, pero voy a intentar enlazar o hacerles llegar una foto de los incidentes de hace unos días donde en el medio de la revuelta los que vuelcan los autos son menores africanos de no mas de 16 o 18 años.
Esto van sin ánimo de polémica, solo como aporte a este excelente blog.
Como muestra va un botón: se acuerdan de esa selección de Francia que llegó a la final Alemania2006? Jugaba estupendamente bien, la selección de Zidane, un crack absoluto. Bueno, de esa selección casi ningún jugador sabía cantar La Marseillaise.
Victor, recuerdo que en Argentina 78 el único negro era Tressor, que era café con leche. Después apareció Tigana....
Ahora encontrás un blanco de casualidad.
Hace un año estuve en Francia e Inglaterra. El gran problema francés era que tenían que deportar a un gran grupo de musulmanes africanos que querían llegar al Reino Unido, y acampaban cerca de Calais hasta poder dar el zarpazo. También en Harrow, ciudad del conurbano londinense, hubo una importante revuelta callejera bastante violenta porque intentaban instalar una mezquita.
Bueno, hay que tratar de ver el vaso medio lleno, lo positivo de todo esto es que el fútbol francés mejoró un montón. Francia es mi selección preferida.
Fuera de joda, no me imagino como va a salir Europa de este engendro de estado de bienestar sobre actuado, especialmente Francia, construyeron la tormenta perfecta. Pienso que los italianos, por ejemplo, lo van a resolver de alguna manera práctica, no son belicosos y son pragmáticos. Los veo mal a los Países Bajos y Bélgica también.
JorgeF,
Yo y mi mujer somos de familia francesa ( yo por el lado de mi madre, mi mujer es hija de padre y madre franceses) , tenemos parientes, hemos vivido muchos años en París, hemos estudiado allí y volvemos todos los años porque una hija nuestra está radicada desde hace un largo tiempo en esa ciudad.
No niego que las cosas han ido cambiando con el tiempo, pero como también he vivido unos años en Londres ( estuve cuando los atentados de julio de 2007), otros en Roma y conozco casi todos los países de Europa Occidental, puedo decir que la asimilación de los extranjeros en Francia es bastante mayor que en otros países de Europa por las razones que he dado en anteriores comentarios que tenían por objeto mostrar como actúan la laicidad, la educación común y el sentido de pertenencia alejado de connotaciones raciales o de sangre como herencia de la Revolución. Por el contrario, basta caminar por Oxford Street o Piccadilly, para darse cuenta que los extranjeros residentes en Londres ( de otro orígenes que los que hay en Francia) viven en un mundo totalmente separado de la realidad británica en la que hasta muchos irlandeses se sienten sapos de otro pozo. Un amigo inglés habla de los irlandeses ( un poco menos de los escoceses y galeses) como si se tratara de indios o pakistaníes de esos que trabajan en el Royal Mail o en los almacenes de barrio.
Lo de los jugadores de fútbol es un caso particular. Como dice un amigo, en Francia, que no tiene tantos inmigrantes negros, los traen directamente de Africa a los clubes; por eso hablan muy mal el francés y hacen macanas como en la última copa del mundo en que se comportaron como la mona al extremo que los echaron a casi todos del equipo. Los negros tienen copado el fútbol.
Lo de los que pasan por Francia para radicarse en el UK ( que tiene normas migratorias menos estrictas con gente de sus ex colonias) es un tema terrible porque los llevan como ganado en camiones y containers.
Saludos.
Lo del estado de bienestar que menciona Victor, se buscará una solución que no sea el desastre que impera en los EEUU donde la gente está completamente desprotegida y la educación pública es una vergüenza.
Por más recortes que se hagan, en Europa el Estado siempre tendrá participación en la salud y la educación; es lo que se llama el modelos social europeo que ha dado excelentes resultados. Lo acepten o no algunos, la gente de clase media para abajo, vive bastante mejor en muchos países de Europa que en EEUU. Para eso está el Estado al que detestan los libertarios.
La Seguridad Social francesa (la Sécu) funciona mucho mejor que el National Health Service británico que por su extrema liberalidad extendida, incluso a todos los extranjeros de paso por el país, está muy endeudado. Yo viví tres años en Londres y nunca pagué ni siquiera los remedios recetados; eso no puede seguir así porque es un abuso.
Bueno, ya es demasiado tarde. Saludos a todos.
Publicar un comentario