Miguel Hernández fue a ver un partido de baseball con una remera que expresa su opinión sobre el Socialismo del Siglo XXI.
Como consecuencia lo procesan por el delito de "Ofensa a los jefes de gobierno", una muestrita de que a nuestros tiranuelos latinoamericanos lo que le molesta no son los medios sino el mensaje, si este no se alinea con el discurso oficial.
1 comentario:
Anónimo
dijo...
Primitivismo al cubo. No hay que dejar que se huela la sangre en el agua.
1 comentario:
Primitivismo al cubo. No hay que dejar que se huela la sangre en el agua.
Publicar un comentario