Escribe hoy Rodolfo Terragno una majestuosa nota de opinión en La Nación acerca de las "políticas de Estado", a partir de un grandioso y festejado "acuerdo" refrendado por numerosos popes de las distintas sectas opositoras del país, cuyos postulados se comprometen a respetar y poner en práctica a partir del próximo período presidencial.
Un incauto que abra la edición de hoy y se tope con semejante nota creerá que Papá Noel nos dio un regalo grande como una casa y que al fin va a haber un compromiso sobre políticas concretas, hasta que lee exactamente a qué se comprometieron los abajofirmantes de la propuesta de Terragno. Acá van algunos extractos:
- "Quien ejerza el Ejecutivo, así como la fuerza mayoritaria en el Congreso, mantendrá un "diálogo permanente" con las minorías."
- "La oposición se abstendrá de "obstruir ilegítimamente" la acción de gobierno, y de promover "alteraciones políticas o sociales"."
- "Los firmantes se obligan a respetar "de manera rigurosa" la "división de poderes", así como la "independencia de la Justicia" y los principios y las garantías fundamentales "que consagra la Constitución Nacional"."
- "La seguridad jurídica queda asegurada por una cláusula muy precisa: quien contrate con el Estado, "o realice inversiones autorizadas por éste", tendrá "garantizado" que esos actos jurídicos no serán alterados por "actos administrativos o leyes de efecto retroactivo"."
Y así sigue un catálogo de buenas intenciones que nadie, salvo Satanás, tendría problemas en firmar. Ojo, no está nada mal, pero en el fondo no tiene mucho valor un compendio de cosas tan lindas y vagas que cualquiera puede firmar si no compromete a nada. En suma y como diría mi vieja, se trata de un elogio a las bondades de la salud.
Qué mal que andamos como para festejar que haya acuerdo sobre lo obvio.
4 comentarios:
Evidentemente nos toman para el churrete. ¿Las políticas de estado no se llaman Constitución Nacional?
Estos principios fueron establecidos hace 157 años en nuestra maravillosa Constitución Nacional de 1853/60, la cual fue sistemáticamente violada por TODOS, desde hace décadas. Y en 1994 deformada horriblemente por TODOS nuestros "próceres" .
Y hasta en los buenos propósitos, no puede disimular su estatismo. Con ese enfoque, la seguridad jurídica tiene un rol meramente instrumental; no depende de la Constitución ni es para todos, sino para quien "contrate con el Estado, o realice inversiones autorizadas por éste".
A contrario sensu, el hombre o la empresa del montón, que no realizó inversiones "autorizadas" por el Leviatán, no gozará de esa garantía. Es el Estado quien debe contratar o autorizar inversiones, para que el contratante o inversor tenga una -relativa, provisoria y revocable- garantía. Lo mismo sucede en China y hasta en Cuba: si la inversión es autorizada, lo probable -no seguro- es que no molesten a la empresa, sino realicen negocios non sanctos con ella.
¿Qué diría Alberdi de esos mamarrachos? ¿Qué tiene que ver con su "Sistema Económico y Rentístico....?
Les sale del alma, Julio. Más allá de la secta política en la que comulguen ocasionalmente, tienen el estatismo tan arraigado que ni siquiera se les ocurrió pensar que el respeto a la Constitución no es una graciosa concesión de parte del Estado sino su punto de partida.
Asi de omnipotente lo creen a este Leviatán obeso y grotesco que se declara competente para fijar los precios de las verduras y el contenido de los entretenimientos pero que ni puede (o le interesa) proveer a la defensa común ni está dispuesto a consolidar la paz interior.
Alberdi hubiera visto todo esto y se habría dado cuenta de que pretender instalar el imperio de la ley en Argentina es arar en el mar.
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