Un cura montó un lío hace poco interrumpiendo un espectáculo público y luego la embarró haciendo una comparación tirada de los pelos.
Ahora el INADI de Morgado va por él. Vean las razones que expone el funcionario:
"Tenemos derechos adquiridos muy importantes y nos preocupa que estos discursos realizados en personas con esos roles, van en contra de todos los procesos sociales que estamos viviendo en los últimos años"
Según este tipo el cura no cometió un delito sino que se manifestó en contra de los cambios supuestamente implantados por el gobierno actual. Directamente se trata de un acto de censura total y en toda regla.
19 comentarios:
Que semejante responsabilidad recaiga en un vegetal como Morgado...
Lo del cura es detestable, y lo de Morgado también.
El cura y Morgado son una manga de fachos.
Lombroso se haría un festin con el cura este.
Lo del cura es un asco, solo recordemos que obedecer a la Iglesia sigue siendo optativo, al estado, no.
Sigan los liberales libertarios destilando veneno contra los religiosos...¡total, hasta ahora no les tocó a ustedes! Parecen creer que el liberalismo empezó con Ayn Rand.
El sacerdote es un inminente perseguido por el poder político, y si fueran auténticos o simplemente republicanos (como al parecer lo es Jorge, aunque no sea creyente) deberían indignarse y alarmarse porque desde el gobierno se persiga por sus ideas a una persona (aunque no estén de acuerdo, y aunque las detesten).
Colocar en un mismo nivel a un particular con los funcionarios del gobierno, que cuentan con las tremendas herramientas coercitivas del Estado, es hacer el juego al totalitarismo.
¿Cuál fue el hecho tan grave que merece la atención de las autoridades? Interrumpió un festival, dijo “no voy a permitir que ensucien mi castidad” y “les voy a pedir a los muchachos que canten otra canción”. ¡Gravísimo! ¡Un facho! ¡Cómo se atreve a pedir tal cosa!
Periódicamente, patotas marxistas hacen mucho más que pedir: pintarrajean paredes de templos católicos con leyendas que dicen “Iglesia, basura, vos sos la dictadura”; la Bonafini se ufanó de haber utilizado la Catedral de Buenos Aires como “baño”, lo que condenó el Rabino Bergman (http://www.encuentrosdepaz.org.ar/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=514), y en los encuentros nacionales de mujeres -financiados en gran medida con fondos públicos-se agredió físicamente a partícipes católicas (me consta). En esos “encuentros” las escuelas, universidades y demás establecimientos públicos cedidos por las autoridades son utilizados como “zonas liberadas”, a las que no ingresa la policía, y en cuyo interior se puede agraviar, insultar, amenazar y golpear a las mujeres católicas que asisten.
Un liberal, aunque sea ateo, debe preocuparse por los avances del totalitarismo estatal y de sus amigos financiados con fondos públicos (piqueteros kirchneristas y afines), no por las opiniones de un sacerdote. Y además, debería solidarizarse con los perseguidos por la policía del pensamiento (¿leyeron “1984” de Orwell?), por principios y porque mañana puede tocarnos a nosotros (aclaro que soy liberal, pero al estilo de Lord Acton, no de Ayn Rand).
Miremos las cosas con perspectiva histórica: durante el siglo XX y comienzos del XXI los católicos y cristianos en general han sido encarcelados, asesinados, desterrados en un número sólo superado por la Shoa (leer Archipiélago Gulag, de Solyenitzin). La Revolución Rusa tuvo como uno de sus principales enemigos a la religión, en una lamentable coincidencia con muchos liberales de pocos años o corta memoria.
Algunos pasajes de Archipiélago Gulag: “Los sacerdotes formaron parte obligada de la pesca diaria, sus canas plateadas brillaban en cada celda, y luego en cada convoy a Solovki…los católicos propiamente dichos, los sacerdotes polacos, éstos iban a prisión sin que hiciera falta causa aparente…Se procedió a una intensa campaña de arresto, encarcelamiento y destierro contra los monjes y monjas…Las ondas iban ensanchándose continuamente y pasaron a apresar a simples seglares creyentes, a personas de edad, en especial mujeres — porque su fe era más obstinada — a las que durante muchos años se conoció como monjitas en las cárceles de tránsito y en los campos de reclusión…En los años veinte la educación religiosa caía en el artículo 58-10, es decir, ¡propaganda contrarrevolucionaria!...””…A los creyentes…les estaba vedado para siempre jamás volver con sus hijos a su hogar”.
Sigan los liberales libertarios destilando veneno contra los religiosos...¡total, hasta ahora no les tocó a ustedes! Parecen creer que el liberalismo empezó con Ayn Rand.
El sacerdote es un inminente perseguido por el poder político, y si fueran auténticos o simplemente republicanos (como al parecer lo es Jorge, aunque no sea creyente) deberían indignarse y alarmarse porque desde el gobierno se persiga por sus ideas a una persona (aunque no estén de acuerdo, y aunque las detesten).
Colocar en un mismo nivel a un particular con los funcionarios del gobierno, que cuentan con las tremendas herramientas coercitivas del Estado, es hacer el juego al totalitarismo.
¿Cuál fue el hecho tan grave que merece la atención de las autoridades? Interrumpió un festival, dijo “no voy a permitir que ensucien mi castidad” y “les voy a pedir a los muchachos que canten otra canción”. ¡Gravísimo! ¡Un facho! ¡Cómo se atreve a pedir tal cosa!
Periódicamente, patotas marxistas hacen mucho más que pedir: pintarrajean paredes de templos católicos con leyendas que dicen “Iglesia, basura, vos sos la dictadura”; la Bonafini se ufanó de haber utilizado la Catedral de Buenos Aires como “baño”, lo que condenó el Rabino Bergman (http://www.encuentrosdepaz.org.ar/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=514), y en los encuentros nacionales de mujeres -financiados en gran medida con fondos públicos-se agredió físicamente a partícipes católicas (me consta). En esos “encuentros” las escuelas, universidades y demás establecimientos públicos cedidos por las autoridades son utilizados como “zonas liberadas”, a las que no ingresa la policía, y en cuyo interior se puede agraviar, insultar, amenazar y golpear a las mujeres católicas que asisten.
Un liberal, aunque sea ateo, debe preocuparse por los avances del totalitarismo estatal y de sus amigos financiados con fondos públicos (piqueteros kirchneristas y afines), no por las opiniones de un sacerdote. Y además, debería solidarizarse con los perseguidos por la policía del pensamiento (¿leyeron “1984” de Orwell?), por principios y porque mañana puede tocarnos a nosotros (aclaro que soy liberal, pero al estilo de Lord Acton, no de Ayn Rand).
Miremos las cosas con perspectiva histórica: durante el siglo XX y comienzos del XXI los católicos y cristianos en general han sido encarcelados, asesinados, desterrados en un número sólo superado por la Shoa (leer Archipiélago Gulag, de Solyenitzin). La Revolución Rusa tuvo como uno de sus principales enemigos a la religión, en una lamentable coincidencia con muchos liberales de pocos años o corta memoria.
Algunos pasajes de Archipiélago Gulag: “Los sacerdotes formaron parte obligada de la pesca diaria, sus canas plateadas brillaban en cada celda, y luego en cada convoy a Solovki…los católicos propiamente dichos, los sacerdotes polacos, éstos iban a prisión sin que hiciera falta causa aparente…Se procedió a una intensa campaña de arresto, encarcelamiento y destierro contra los monjes y monjas…Las ondas iban ensanchándose continuamente y pasaron a apresar a simples seglares creyentes, a personas de edad, en especial mujeres — porque su fe era más obstinada — a las que durante muchos años se conoció como monjitas en las cárceles de tránsito y en los campos de reclusión…En los años veinte la educación religiosa caía en el artículo 58-10, es decir, ¡propaganda contrarrevolucionaria!...””…A los creyentes…les estaba vedado para siempre jamás volver con sus hijos a su hogar”.
Qué diría morgado si entrara una persona a interrumpir el sermon de un cura durante una misa?
Claramente nada, por eso señalé lo de las responsbilidades, son esferas distintas. Lo del cura me parece un desplante personal, lo otro es ejercer el autoritarismo desde el poder publico, es muy distinto.
Lo que le pasa a la progresia es que ve y trata a la Iglesia Catolica como si tuviera poderes de la Edad Media. Morgado y los amigos cazan fantasmas usando la suma del poder público.
Julio me parece que entendió lo que quiso de los comentarios.
Julio, como dice Max, entendió mal los comentarios. Si el cura estaba molesto, lo que correspondía era retirarse, no interrumpir y obligar a todo el resto del público a hacer su voluntad.
No tiene ningún derecho a decidir por mí qué es lo que puedo o no escuchar. Punto. Y eso no es destilar veneno contra los religiosos. No corresponde que censure a nadie, nada más que eso.
En cuanto a todo el resto de su comentario, coincidimos ciento por ciento. Por eso dije que lo de Morgado era detestable. No veo que ninguno de los que comentamos hayamos apoyado este atropello que quieren cometer, ni la larga lista de atropellos totalitarios que usted enumera, que ningún liberal, libertario o como quiera llamarlo, puede, en su sano juicio, apoyar.
Julio: el padre si se sintió ofendido por algo debería haberse levantado e ido del lugar, y en todo caso hacer un acto de desagravio a "su" castidad, nadie se lo impide. Por otro lado es cierto que el INADI es una institución fascista que persigue a la gente por delitos de opinión y no debería existir, Morgado es el jefe de la Gestapo kirchnerista.
Ahora bien, este cura apeló al estado y pidió públicamente que el estado prohibiera un recital de Bersuit Vergarabat en Malargüe por considerarlo "pornográfico" no tiene autoridad moral para quejarse ahora que el estado lo quiere censurar a él, el que a hierro mata a hierro muere.
El facho (¡qué miedo!) en vivo y en directo:
http://www.youtube.com/watch?v=a4_iuHlOiEk
Desde luego es una interrupción improcedente del espectáculo. En todo caso, legalmente, correspondería una multa (que yo pagaría gustoso por este valiente sacerdote, por supuesto). El público muestra una clara division de opiniones.
Y tiene perfecto derecho a considerar la blasfemia aún más grave moralmente que la violación incestuosa.
A los liberales españoles les estoy cantando ahora el trágala, pero cambiando vil servilon por liberalon.
http://www.aragonliberal.es/noticias/noticia.asp?notid=29257
Saludos reaccionarios.
Lo que hubiese correspondido moralmente es que lo sacaran a patadas en el orto del escenario (que es lo que yo hubiera hecho gustoso). Claro que tiene derecho a creer que violar a una hija es menos grave que un sketch de humor, todo el mundo tiene derecho a ser un imbécil si quiere.
> Lo que hubiese correspondido moralmente es que lo sacaran a patadas en el orto del escenario
Sosegaos, señor, sosegaos. ¿No habíamos quedado en que la moralidad no se impone? Yo he separado exquisitamente lo legal (y lo he dicho en condicional) de lo moral.
Os está devorando la revolución que desatásteis, pero no perdáis los nervios, al patíbulo se sube con dignidad, como L. XVI, reciente aniversario.
Id preparando las cervicales, que los del INADI no hacen distinción.
No es imponer la moral, es responder a una agresión.
¿Agresión? ¿Pero usted ha visto el video?
Qué piel mas fina la de estos liberales de hoy en día. Allá por el XIX no tenían estos escrúpulos.
Claro que es una agresión que alguien suba al escenario y te quite el micrófono, y que encima te diga que "mejor sigas con otra cosa" en tono amenazante.
¿Amenazante? Indignado al final de su intervención con la ridícula parodia. Respetusoso y comprensivo hacia la persona. Amenazantes e insultantes han sido tus palabras aquí. Para empezar "facho", socorrido insulto de la izquierda descerebrada que por otra parte te asusta.
¿Qué capacidad de coacción tenía para llevar a cabo sus amenazas? ¿Hay algún parte médico de las lesiones por la agresión?
El público parece no estar tan preocupado como los liberales dogmáticos por su libertad. Típico.
Solo una cosa.
Recuerden ustedes que una de las razones que usa la izquierda para atacar la represión ilegal de los militares durante el proceso es que ellos tenían a su mando las fuerzas de seguridad y por lo tanto su responsabilidad era mayor que la que podían tener los subversivos.
Aplicando ese razonamiento, quienes critiquen al cura desde la izquierda (no me refiero a nadie de aquí) debería ser aun más terminante con la actitud del payaso de Morgado.
Jorge, La izquierda local dificilmente se caracterizó nunca por su ecuanimidad. "Al enemigo ni justicia", cuando se emocionan un toque lo dicen.
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