11 de mayo de 2011

Caníbal y Sarmiento

La semana pasada, mientras hacía tiempo entre reuniones en el centro de Buenos Aires, entré a una librería y estuve hojeando un poco el libro que nuestro preclaro Prime Minister Caníbal Fernández escribió sobre las presuntas "nuevas zonceras".

El contenido del libro no vale el papel en el que está escrito; es un rejunte en el que todos y cada uno de los argumentos contra este desgobierno es "rebatido" con incoherencias, silogismos, puteadas y medias verdades torcidas, todo escrito en ese lenguaje de barrabrava borracho y compadrito tan de Caníbal.

En sus ganas de darle pátina intelectual al papel higiénico que escribió, Caníbal trata de proclamarse continuador de Jauretche e insiste en que todas las críticas al gobierno surgen de una concepción derivada de la opción entre "civilización y barbarie" que planteó Sarmiento... y lo hace de esta manera citada por un panfleto kirchnerista como "adelanto" del libro:

Porque la zoncera madre o, mejor dicho, “de la madre que las parió a todas” sigue siendo cultivada, abonada, cuidada y difundida por un sector de nuestra sociedad con el mismo sentido con el que Domingo Faustino Sarmiento interroga al fantasma de Quiroga en la introducción del Facundo:

"¡Sombra terrible de Facundo, voy a evocarte, para que, sacudiendo el ensangrentado polvo que cubre tus cenizas, te levantes a explicarnos la vida secreta y las convulsiones internas que desgarran las entrañas de un noble pueblo! Tú posees el secreto, ¡revélanoslo!"

Y no, no te revelo nada. ¡De acá, te voy a revelar! No entendiste, jo-de-te.

No sé qué les parecerá a ustedes, pero la imagen de un ministro de este gobierno agarrándose metafóricamente los genitales y diciéndole "jo-de-te" a uno de los grandes presidentes históricos de este país y miembro de aquellas generaciones que convirtieron a un desierto inmundo en un país pujante, es demasiado triste y demasiado representativa de estos tiempos mediocres que vivimos.

No que merezcamos algo completamente distinto a lo que tenemos ahora, pero esa ya es otra historia.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo pensé en leerlo pero prefiero evitarme el antiacido. Y no darle guita al hijp de puta este que encima capitaliza su desvergüenza y mala leche.

BlogBis dijo...

Caníbal es la muestra viviente de que el país eligió la barbarie.