Corría 1872 cuando en Rosario se instaló la primera empresa de tranvías a caballo, por iniciativa del empresario Alfredo Arteaga, que a cambio de la licencia se comprometió a pavimentar las calles por las que pasara el servicio. En 1886 se sumó la Anglo Argentino, empresa de tranvías del célebre Mister Ross empresario norteamericano llegado a estos pagos después de la Guerra de Secesión, que tuviera fundiciones, talleres navales y que para 1890 tenía prácticamente todo el servicio de tramways, que en 1892 cubría 77 kilómetros.
En 1905 se licitó el servicio eléctrico que quedó en manos de una empresa privada belga, la Compañía General de Tramways Eléctricos del Rosario, que fue estatizada en 1944 convirtiéndose en la Empresa Municipal de Transporte de Rosario, en manos de quien terminaron languideciendo y desapareciendo finalmente en 1962.
Casi cincuenta años después parece que el tranvía vuelve a Rosario. Pero no hay un Arteaga ni un Mr. Ross de por medio. Como ya no queda espacio para emprendedores así aparece -cuando no- el Estado Nacional, que parece que ya comprometió 100 palos verdes, para cubrir 12km.
4 comentarios:
Ah...mirá! Por eso la calle se llama Mr. Ross!
No tenía la menor idea.
100 palos en 12 km = 8.3 mill. USD/km = 35 mill. $/km. Treinta y cinco millones. Y pasa así nomás, como si nada. ¿Cuánto de esos 35 se van en "gastos administrativos, pliegos, sistemas informáticos", etc, etc? Tus impuestos en acción. Aportamos más que un suizo y lo peor de todo es que creemos que no.
Mirá si en 1870 al estado nacional se le iba a ocurrir poner dos guitas en tranvías en Rosario, Córdoba o Buenos Aires. Se lo comía el congreso!
Ahora todos asienten felices y gustosos que el Ejecutivo les meta el dedo en el toor, intendentes y gobernadores incluídos.
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