Hace poco comentábamos sobre un astronauta ruso que sacaba pecho diciendo que el proyecto de transbordador espacial soviético superaba al Shuttle de la NASA.
Ahora ocurre que la Estación Espacial Internacional se está por quedar sin tripulantes porque Rusia no puede mandar nueva tripulación debido al pasado accidente de un carguero espacial que despegó de una de sus bases.
Esto se suma a la pérdida de tres satélites en mayo pasado en el intento de montar un GPS propio.
Se trata de un ejemplo más en el que los supuestos y proclamados éxitos en el papel se contraponen con los fracasos en la práctica.
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