Resulta que vuelto de vacaciones estaba intentando resolver el cambio de vehículo. Pasar de uno con ya 11 años de batalla a algo menos vapuleado, digamos con tres o cuatro años.
Antes de viajar había visto algo que me convenía, y ahí volví. Contento de ver la camioneta ideal todavía en vidriera, arremetí cuchillo entre los dientes dispuesto a pelear algún mango menos, ayudado por el argumento de que se les pone vieja en el salón.
Pero no. La camioneta sigue ahí porque a pesar de usada, la agencia la retiró del mercado debido a la imposibilidad de establecer un precio cierto.
¿Y por qué? porque mientras yo estaba afuera, la mierda gobernante decidió bajar el umbral del impuesto de los Okm "de lujo" (más de 35.000 dólares o sea casi todo lo medianamente aceptable en el mercado argentino) y las agencias parece que acordaron que este impuesto a los ceros se va a transferir proporcionalmente a los usados, para no frenar la venta de autos nuevos, cosa que pude comprobar al ver que ninguna agencia oficial tiene camionetas usadas (del segmento que me interesa) a la venta.
Para enterarse en detalle y agarrarse los huevos dedos con una morsa, ver acá.
(Los memoriosos entenderán por qué un Trabant ilustra el post)
2 comentarios:
Yo honestamente no entiendo. Por un lado, todo tipo de protecciones, mercados cautivos y prebendas habidas y por haber para dar rienda suelta a la tara nacional y popular de la “industria automotriz” propia. Y por otro destruyen el mercado dando tratamiento de artículos suntuarios a los vehículos automotores. La esquizofrenia al poder.
Me extraña, Louis!
Acá el gobierno Nac & Pop te da dos opciones: o pasajero de bondis y trenes subsidiados pero hechos mierda, o feliz usuario de ciclomotor chino símbolo de la exitosa redistribución del ingreso.
Auto caro, no. Es de especulador. Camioneta cara tampoco, es de agrogarca.
A menos que seas funcionario, entonces sí re-cabe un Audi blindado.
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